Pese a la crisis que padece Cataluña y que ha obligado a la Generalitat a desatender hospitales y geriátricos, el presidente Artur Mas pretende la reapertura de la ’embajada’ de la región en Marruecos, según una entrevista realizada a la revista ‘Kántara’ durante su visita a aquel país. La oficina seguirá en Casablanca y, en palabras de Mas, permitirá reforzar los lazos de amistad y cooperación “entre nuestros dos países”.

Tras elogiar los cambios políticos, sociales y económicos que, según el president se viven en Marruecos, país que a lo largo de la entrevista dibuja como una suerte de Arcadia feliz, Mas destaca el papel “ejemplar” que desempeñan los decenas de miles de marroquíes que viven en Cataluña. “Los marroquíes que viven en Cataluña, sin dejar de ser marroquíes, se han ido integrando en la sociedad catalana. No es fácil. Nuestras diferencias culturales son grandes y son grandes también los prejuicios que algunos se encargan de fomentar a diario. Desde el catalanismo político hemos lanzado una invitación a la integración que, en general, la comunidad marroquí ha recogido con entusiasmo. ‘Podéis ser catalanes’, les hemos dicho. Y, personalmente, no desaprovecho ninguna ocasión de contacto con ellos para explicar que el fenómeno del racismo, que sitúo como una de las peores amenazas para Europa, lo pueden conjurar con la integración. Frenta a este peligro, la integración no puede esperar. Es urgente”.

A lo largo de la entrevista, Mas nos da las claves del por qué del entreguismo de su partido a la marroquinización de Cataluña. La necesidad de CiU de defender los intereses especulativos de la casta económica catalana, aún a costa del futuro identitario de la región, nos aporta las claves. “Cataluña concibe su relación con Marruecos como una relación de amistad estratégica. Muchas empresas catalanas, textiles especialmente, se deslocalizaron a este país buscando una mano de obra más barata que la catalana, pero adecuada para nuestros productos. Les ha ido bien y en general se muestran satisfechas de la apuesta. Y creo que todavía hay mucho terreno que recorrer en este sentido”.