David Silva se reivindicó donde debe, en el campo, en un partido que reanimará el debate sobre su titularidad con España. Visto lo visto ante Escocia -dos goles y una asistencia del jugador del City-, se trata de un debate estéril. Aunque quizá la clave haya que buscarla unos metros más atrás, en la desaparición del doble pivote que libera un puesto por delante, una zona del campo en la que los ‘bajitos’ de Del Bosque resultan imparables.

Silva trasladó a la selección su espectacular arranque de temporada en la Premier. Su fútbol y sus goles desmontan las a menudo delirantes teorías sobre la adaptación de los futbolistas a campeonatos y culturas futbolísticas distintas. Si hay un país en el que, a priori, un futbolista liviano y técnico lo tiene crudo, ése es Inglaterra. Silva ha jugado espectacularmente bien en el City desde el primer minuto. Lo mismo que, por cierto, ha hecho casi siempre con España.

Su partido ante Escocia refuerza con obras su reclamación de protagonismo en los medios. Silva pidió ser titular, pero sus hechos tendrán mucho más peso que sus palabras. Del Bosque le ubicó de falso ‘9’, flanqueado por Pedro y Villa. El canario jugó a su antojo, rodeado siempre de jugadores que entienden el fútbol como él. Sus compañeros de línea y, desde atrás, Cazorla y Xavi, incluso Busquets.

La presencia del pivote del Barça fue la otra noticia del partido. No porque jugara, sino porque lo hizo solo. Únicamente Del Bosque sabe si lo del Rico Pérez es el plan maestro para la Eurocopa, pero no pintó nada mal. España abandonó el doble pivote y se organizó en un 4-3-3, un dibujo que potencia las virtudes de sus mejores futbolistas. Y eso que muchos de ellos lo vieron desde la grada -Xabi Alonso- o desde sus casas -Iniesta, Cesc-. Las posibilidades son múltiples, y en muy pocas el hecho de jugar con Busquets y Alonso se perfila como la mejor opción.

El partido no tuvo otra historia que la que escribió España, que firmó otra clasificación inmaculada -como antes del Mundial- y alcanzó el récord de 14 victorias seguidas en partidos oficiales de Francia y Holanda. Escocia, que se jugaba la vida, no alcanzó a tocar el balón hasta España se lo dejó, tras hacer el 1-0. Marcó Silva tras una buena conexión entre Villa y Jordi Alba, que a poco que se asiente será titular en la Eurocopa. Le sobra calidad y le falta competencia.

Escocia nunca puso en apuros a Valdés, que vio emborronado su debut en partido oficial con un penalti evitable. La acción llegó con el partido ya finiquitado, en apenas una hora. Silva se disfrazó de Messi en la jugada del 2-0 (pared con Pedro y búsqueda del perfil bueno para el latigazo con la izquierda), y volvió a ser protagonista en la acción del tercer gol español, un escándalo de jugada con Pedro y Cazorla que permitió al ’21’ mostrar su lado más generoso. Asistencia para Villa y gol 50 del Guaje, otra cifra redonda para un partido que sitúa a España en la pole de favoritos para la Eurocopa. Veremos si con Silva en el once y un solo medio defensivo.