La ex directora general de CAM, María Dolores Amorós, dejó ayer de pertenecer a la plantilla de la caja. Los nuevos administradores de la entidad, intervenida por el Banco de España a finales de julio, han despedido a la que fue primera ejecutiva de la caja a la vista de los perjuicios que su gestión ha causado a CAM, según confirmó un portavoz de la entidad supervisora.

El despido tiene carácter disciplinario y, por tanto, Amorós no tiene derecho a indemnización, según precisaron las mismas fuentes.
Los gestores del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROP) adoptaron esta medida al considerar que la ex directora general de CAM «actuó en beneficio propio al calcular su propia pensión vitalicia», así como por «falsear las cuentas para ocultar la debilidad financiera de la entidad» y por llevar a cabo una «deficiente gestión».

Uno de los detalles más escandalosos de la gestión de Amorós son las retribuciones y la pensión de jubilación que tenían asignadas, a pesar de la delicada situación que atraviesa CAM, que registró unas pérdidas de 1.136 millones en la primera mitad de este año.
Los administradores de la entidad nombrados por el supervisor consideran que la actuación de Amorós, a la que se le asignó una retribución anual de 593.040 euros, es «reprobable».

Según las noticias difundidas ayer por varios medios y agencias, la ex directora general pactó con el expresidente de la caja Modesto Crespo una pensión vitalicia de 369.497 euros por ejercicio (30.791 euros al mes), con una revalorización del 2% anual desde la jubilación.

Para calcular esta cuantía se usó como base su sueldo de directora general, antes de que este cargo fuera ratificado por la Asamblea General de la caja, y no la retribución fija de los tres años anteriores como había acordado el consejo de administración de la entidad.

Además, según el periódico económico ‘Expansión’, el Banco de España acusa a la ex directora general de realizar una presentación engañosa de los resultados al firmar unas cuentas que no se correspondían con la realidad para ocultar la debilidad financiera de la CAM, que declaró unos beneficios de 39,8 millones de euros hasta marzo y tras su intervención arrojó unas pérdidas de 1.136 millones en los seis primeros meses de 2011.

Un desajuste de cifras que, a juicio de los expertos, además de la labor de Amorós ponen en cuestión el papel de los auditores de la entidad y la supervisión realizada hasta ahora por el Banco de España.

María Dolores Amorós asumió la dirección general de CAM en noviembre de 2010 y el 10 de agosto de 2011, una vez intervenida la entidad, los interventores la destituyeron temporalmente de sus competencias, si bien hasta ahora seguía cobrando su sueldo.

El Banco de España también analiza la actuación del antecesor de Amorós, Roberto López Abad, a quien sustituyó en noviembre de 2010. López Abad también continuó en la caja tras abandonar el cargo de directivo y mantuvo un contacto muy estrecho con Amorós, aunque finalmente se acogió a un plan de prejubilaciones y recibió una indemnización de 3,8 millones de euros.

Estas noticias sobre sueldos y pensiones exorbitantes de sus antiguos directivos socavan aún más la imagen de CAM, de la que también se conocen los cuantiosos y ventajosos préstamos que se autoconcedieron varios miembros de su consejo de administración.

Los ‘novios’ piden seguridad

Ayer era el último día para que las entidades presentaran oficialmente su interés por la CAM. Pese a la opacidad del supervisor, que no informó de las ofertas recibidas, y la discreción de los bancos y cajas que, salvo en el caso de CaixaBank, no hicieron públicas sus intenciones, ABC ha podido saber que habrían presentado ofertas no vinculantes Santander, Ibercaja, BBVA y Sabadell, y quizás algún fondo de inversión, pero muy lejos de la veintena de pretendientes de la que se hablaba hace unos días. Además, el paso que dieron ayer estas entidades no supone ninguna obligación o que vayan a hacer una oferta en firme. De hecho, fuentes del sector aseguraron a este diario que los ofertantes están presionando al Banco de España para que eleve la protección ante las posibles pérdidas futuras de la entidad, y que en las actuales condiciones, probablemente ninguna de las entidades que han mostrado interés se quedarían con la caja.

A partir de hoy, los expertos del FROB tendrán que empezar a estudiar las ofertas con el fin de escoger las mejores. Se espera que a principios de octubre ya tengan seleccionados a los candidatos más idóneos para hacerse con la caja teniendo en cuenta la solvencia y liquidez para encarar la compra y el dinero que ofrezcan por el negocio de la CAM. Fuentes financieras apuntan que algunas de las ofertas serán tan bajas que prácticamente servirían para cubrir los 2.800 millones que inyectó el Estado en la entidad.