La duquesa de Alba dice que la crisis le afecta: “Estamos en el peor periodo desde el comienzo de la democracia”
A menos de un mes para su boda con Alfonso Díez, la duquesa de Alba ha concedido una entrevista en exclusiva a la revista ‘Yo Dona’, en la que habla de sus responsabilidades, opina abiertamente sobre algunos temas como el divorcio («La pareja es muy importante. Yo, al menos, no me he divorciado nunca, mis hijos, todos») y desvela que a ella también le ha afectado al crisis: «No soy una fortuna de esas que hablan ni muchos menos, y ahora lo estamos pasando mal igual que todos, cada uno a su nivel», asegura.
‘Yo Dona’ descubre a una mujer que ha sabido gestionar su libertad desde sus responsabilidades como grande de España y que se ha ganado el afecto de la sociedad española. Habla cinco idiomas, ve el cine en versión original y demuestra su lucidez sobre acontecimientos históricos como la Segunda Guerra Mundial, que ella vivió en primera persona durante su estancia en la ciudad de Londres. «Después de la guerra estaba en la ruina, pero tuve el coraje de levantarlo (el palacio de Liria) en lugar de gastarme el dinero en un yate, en un avión particular o en otras cosas que los ricos hacen», cuenta.
Para el reportaje, la duquesa ha posado para el neoyorquino Ruven Afanador en los palacios de Dueñas (Sevilla) y Liria (Madrid), y lo ha hecho con diferentes trajes firmados por Victorio y Lucchino, que están confeccionando su vestido de novia, y capas creadas por Isabel Toledo.
Cayetana reconoce que se expone tanto a la prensa porque se lo piden, una exposición que a la larga ha sido positiva. «Yo creo que muy positiva. Si se olvidan de ti no eres nadie», responde la aristócrata, de 85 años, pero llena de vitalidad. Cuenta que en la calle la gente la para y le da besos y abrazos. «He entrado en una plaza de toros y me han aplaudido y me he tenido que levantar».
MUY RELIGIOSA
Aunque su apariencia, sobre todo por la indumentaria luce, moderna y de colores, puede hacer creer que es una mujer muy moderna, no lo es tanto. Se considera una mujer muy religiosa, por eso se va a casar por tecera vez por la iglesia, y critica la situación que vive el país: «Estamos en el peor periodo que ha tenido España desde el comienzo de la democracia», dice.
También aborda un tema que le disgustó mucho: el libro sobre su segundo marido, Jesús Aguirre, Aguirre, el magnífico, de Manuel Vicent. «Le he puesto una querella porque no cuenta nada más que mentiras. Era un gran hombre, inteligente, Y no aquel mamarracho».
De Alfonso Díez, su futuro marido, prefiere no hablar por considerarlo un asunto personal. El periodista insiste. «Por lo menos, dígame que película vieron cuando se volvieron a encontrar». «No me acuerdo, era en la Avenida o en el Verdi». No recuerda aquella, pero asegura que le gustan «las de emociones, las películas de otras épocas». Emociones como las que vive en estos momentos mientras prepara su boda con su novio funcionario.
Y… contribuyo con esta humilde e ingeniosa sugerencia, a propósito de lo que hizo su tatarabuelo el demonio sediento de sangre, el Duque de Alba en los países bajos, masacrando despiadadamente a los holandeses que se rebelaron contra la dominación española…. ¿Por qué no te largas una temporadita a Holanda y anuncias allí tus chocheces seniles? Seguro que los holandeses que hayan aprobado como mínimo la enseñanza secundaria estarían dispuestos a organizarte una boda con tu joven pipiolo “por todo lo alto” con hoguera y plomo incluido. ¿A que sí? La luna de miel, promete ser muy “movida” si la… Leer más »