Al menos 39 personas han muerto a consecuencia del terremoto de 6,8 en la escala de Richter que se registró la noche del domingo en el norte de la India y en los vecinos Nepal y Tíbet, según han informado este lunes fuentes policiales. Las lluvias y los corrimientos de tierras dificultan las labores de rescate y no se descarta que la cifra de víctimas pueda aumentar en las próximas horas, ya que, por ahora, los equipos de emergencia no han podido acceder a zonas remotas del Himalaya que también han sufrido el seísmo.

El epicentro del seísmo se ha localizado en el estado de Sikkim, al noreste de la India, donde han fallecido 18 personas y al menos un centenar han resultado heridas. Al menos dos personas han muerto en el estado de Bihar, al sur de Sikkim, y otras cinco en Bengala. “La situación no tiene buena pinta. Nuestra impresión es que la cifra de muertos y heridos va a crecer”, han señalado fuentes de la oficina de la ONU en Nueva Delhi. Al menos 400 personas trabajan en las labores de rescate.

En Gangtok, la capital de Sikkim, y en las ciudades vecinas los comercios y los bancos están cerrados. La población todavía se encuentra en estado de shock. “Hemos pasado la noche fuera de las casas”, ha explicado un vecino de Gangtok.

En el vecino Nepal, el terremoto se ha cobrado la vida de al menos siete personas. Tres de ellas fallecieron cuando les cayó encima un muro del perímetro de la Embajada del Reino Unido en Katmandú. Otras siete personas han fallecido en la zona del Tíbet, según la agencia china Xinhua.