Alberto Ruiz Gallardón ha sido en las últimas horas uno de los dirigentes políticos que mayor protagonismo ha tenido en la visita que el Papa está realizando estos días a Madrid con motivo de la celebración de la Jornada Mundial de la Juventud. El alcalde de la capital le entregó ayer las llaves de la ciudad justo antes de que el Santo Padre cruzara la emblemática Puerta de Alcalá como imagen simbólica de su entrada a la ciudad.

Gallardón ha desvelado en la Cope que en ese momento le dio las gracias “por haber elegido Madrid para la JMJ, por haber convocado en esta ciudad a miles de jóvenes que nos están regalando su alegría, esperanza y una mirada optimista del futuro”. En este sentido, elogió el buen hacer de los peregrinos. “Están colaborando y mucho para mantener el orden. En los ocho años que llevo como alcalde nunca me he encontrado con un grupo de gente tan importante siempre dispuesto a colaborar, siempre dispuestos a seguir las instrucciones que se les mandan. Es muy fácil trabajar, aunque sea tanta, con gente con tan buena disposición”.

El alcalde ha querido zanjar las críticas sobre el coste de la visita de Benedicto XVI a España. “A Madrid no le cuesta nada y tiene un retorno importantísimo. Al margen del regalo espiritual, la JMJ genera empleo, crea expectativas. Tiene un retorno importantísimo generado por los participantes y la organización: en cifras cercanas a los 250 millones de euros. Se está realizando una extraordinaria promoción de la Comunidad de Madrid. Con las imágenes de estos días se ve a una sociedad fantástica, acogedora, alegre y que invita a compartir el tiempo libre. Esta visita se va a convertir en la mejor promoción de Madrid. En los próximos meses comprobaremos que habrá más reservas, más visitantes, más turistas, lo que provocará una regeneración económica, trae recursos y trae dinero”.

Gallardón ha restado también importancia a las importantes restricciones de tráfico que durante estos días están sufriendo los madrileños. “Estamos en agosto y el volumen siempre es mucho menor. Además, tenemos unos planes de protección que garantizan cualquier tipo de movilidad por razón sanitaria o de seguridad. Las grandes ciudades europeas avanzan para que en el interior de ellas se utilice el transporte público. Madrid tiene tal flexibilidad que es capaz de dar una fabulosa imagen de ciudad de acogida”.

Por último, el regidor ha analizado los incidentes protagonizados por decenas de jóvenes contra los peregrinos que participan en las jornadas. “No ha sido una manifestación pacífica. Le dijimos a la Delegación del Gobierno que no la prohibiese sino que no la hiciese coincidir con la JMJ que ocupaba otros espacios públicos. Son actitudes hostiles, insultos, vejaciones, es una minoría intolerante. En pleno siglo XXI se sigue persiguiendo a aquellos que hacen una proclamación pública de su fe, se les hostiga solo por sus creencias”.