Imagen de uno de los edificios londinenses que ha sido pasto de las llamas.

Esta noche, la violencia racial que durante estos días se ha adueñado del centro de Londres se ha extendido a otras ciudades. Manchester, una ciudad al norte de Inglaterra con 500.000 de habitantes, se ha convertido en el escenario del enfrentamiento de casi dos mil jóvenes con la policía.

Los disturbios han tenido lugar en una de las calles principales del centro, donde se han incendiado locales y un centenar de alborotadores, en su mayoría negros, han entrado en un centro comercial y han asaltado varias tiendas.

El centenar de asaltantes, encapuchados y enmascarados, ha robado televisores y electrodomésticos y parecían estar coordinados, ya que algunos de ellos daban órdenes a los otros mientras llevaban a cabo el pillaje. Tras los altercados de Manchester, los “pubs” de la zona centro han cerrado y el tranvía también ha dejado de funcionar.

Según ha especificado la cadena BBC, la policía estaba preparada, ya que en las últimas horas había detectado mensajes en redes sociales que hacían prever estos incidentes. En este sentido, un joven ha sido arrestado hoy en el condado de Essex (centro de Inglaterra) por escribir mensajes incitando a la violencia en Facebook. Los disturbios se han extendido además a Salford, un barrio a las afueras de Manchester donde se han incendiado coches y un grupo de jóvenes encapuchados se ha enfrentado a la policía arrojándole piedras.

Tras tres días de violencia, el Gobierno británico ha blindado Londres con 16.000 policías desplegados en sus calles, aumentando la presencia de agentes casi en un tercio. Gracias a ello, la capital británica ha vivido una noche de tensa calma sin que a media noche se hubieran registrado incidentes, en contraste con la noche anterior, cuando 6.000 agentes no pudieron evitar un maratón de saqueos e incendios por toda la ciudad. Eso sí, las de la ciudad se han vaciado hoy tras anochecer y cines, teatros, pubs y numerosos comercios cerraron de manera preventiva ante el temor de que se repitieran los violentos disturbios.

Otras ciudades

En Birmingham, la segunda ciudad más poblada del Reino Unido, se han registrado disturbios por segundo día consecutivo con grupos de jóvenes asaltando tiendas y enfrentándose a la policía. Una situación muy parecida se ha vivido también en West Bromwich, una localidad cercana a Birmingham, donde ardieron varios vehículos. En Nottingham, al norte del país, una comisaría ha sido por un grupo de unos treinta jóvenes, diez de los cuales fueron detenidos.

Por su parte, Scotland Yard ha publicado hoy en su página web fotografías de distintos sospechosos de participar en los altercados de Londres y ha pedido la colaboración ciudadana para identificarlos. En los próximos días, la policía publicará más imágenes captadas por las cámaras de videovigilancia que abundan en las calles de Londres, y espera aumentar el número de detenidos.

En medio de los esfuerzos de Scotland Yard para hacer frente a los desórdenes, el Comité Independiente de Quejas a la Policía (IPCC) ha reconocido que no hay “pruebas” de que el joven Mark Duggan, que falleció el pasado jueves en Londres tras recibir varios disparos de los agentes, utilizara un arma antes de ser abatido.

Además, el primer ministro británico, David Cameron, que esta noche se ha reunido con el alcalde de Londres, Boris Johnson, después de que ambos tuvieran que interrumpir sus vacaciones para hacer frente a ola de violencia callejera, ha asegurado que se hará “todo lo necesario” para restaurar el orden en la capital y otras ciudades del Reino Unido.

El “premier”, sobre el que aumenta la presión para que imponga el orden en las calles, volverá a presidir mañana una reunión del Gabinete de crisis de su Gobierno y ha convocado para el jueves una reunión extraordinaria del Parlamento en mitad del receso veraniego. El malestar de los ciudadanos ante la ola de violencia incontrolada se puso hoy de manifiesto cuando el alcalde Londres, Boris Johnson, y el viceprimer ministro, Nick Clegg, fueron abucheados mientras visitan algunas de las zonas afectadas en la capital británica.