El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero (i), escucha en la sesión de control al Gobierno en el pleno del Congreso la pregunta del presidente del PP, Mariano Rajoy (de espaldas).

José Luis Rodríguez Zapatero ha defendido el “derecho” de su ya exvicepresidente primero y candidato del PSOE a lanzar propuestas distintas a las que promueve el Ejecutivo. En la primera sesión de control al Gobierno tras la remodelación gubernamental forzada por la salida de Alfredo Pérez Rubalcaba, Zapatero ha tenido que responder a la pregunta de si comparte o hará caso a aquellos de sus ministros que ya han empezado a hablar de impuestos para la banca, como también hizo el propio aspirante socialista en su discurso de proclamación, este sábado.

“En los mítines aparecen ustedes disfrazados de izquierdosos pero al día siguiente, enfundados con el traje de ministros, hacen la política de los bancos”, ha reprochado el portavoz de Esquerra Republicana de Catalunya, Joan Ridao, tras recordar que fue el Gobierno de Zapatero el que aprobó en 2008 el ‘aguinaldo bancario’ (una rebaja fiscal de hasta el 18% de los rendimientos de capital obtenidos por directivos en sus propias entidades), el que suprimió el impuesto de patrimonio que Rubalcaba ha prometido recuperar para grandes rentas, y el que “no quiso reformar las Sicav”.

El jefe del Ejecutivo ha replicado que, en los últimos 18 meses, ha hecho un esfuerzo por “fortalecer la progresividad” de los impuestos y para “hacer que el reparto de la carga de la crisis sea más equitativo”. No ha dicho nada de la subida del IVA, ni de la congelación de las pensiones pero ha recordado que se elevó el IRPF a las rentas más altas, que se han eliminado deducciones de contratos blindandos a partir de 300.000, se ha suprimido la llamada ‘ley Bechkam’ y se aprobó un decreto para evitar que la remuneración de los directivos de entidades financieras perjudique su solidez.

“Lógicamente sobre las medidas que puedan venir en el futuro –ha añadido- habrá otro día para debatir”, pero ha apuntado hacia la próxima legislatura. “¿Va a haber otras? –ha insistido- Puede haber otras. ¿Tiene derecho el candidato a plantearlas? Sí. Me encantaría que pueda discutirlas con usted y que usted pueda preguntarle por ellas desde allí (es decir, desde su actual escaño) cuando se siente aquí”, ha dicho señalando el sillón asignado al presidente del Gobierno.

Ejecutivo “provisional”

Zapatero también ha tenido que hacer frente a los críticas del líder de la oposición, Mariano Rajoy, que le ha echado en cara su incapacidad de “generar confianza” y su llamada de atención a la canciller alemana, Angela Merkel, a la que ayer hizo de alguna manera corresponsable de la inestabilidad financiera que sacude la zona euro por haber abierto el debate de la participación privada en los rescates sin evaluar sus efectos. “Vuelve a echar la culpa de todo lo que pasa a los demás”, ha recriminado el líder de la oposición.

Rajoy ha puesto en duda las previsiones del Gobierno, que apuntan a que en los próximos trimestres España continuará creciendo aunque “no lo suficiente para crear empleo”, y ha alegado que con un “gobierno provisional y un presidente en funciones” es difícil que la situación mejore.
El comentario ha provocado el enfado de Zapatero que ha pedido al PP que ayude a aportar confianza en el país y le ha exigido “respeto institucional a los tiempos y a las formas”. “Hay un presidente y un Gobierno con todas las facultades y sólo se está en funciones cuando se celebran elecciones; eso –ha afeado- también forma parte de la confianza y la seriedad”.