La Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Cádiz acaba de comunicar la sentencia de la ‘operación Karlos’; el proceso judicial que llevó al banquillo a 26 personas por fraude a la Seguridad Social en la tramitación de pensiones de invalidez. El esperado fallo judicial elimina ya los calificativos de supuestos y presuntos y confirma que el cerebro de la trama, Carlos Carretero, en connivencia con un inspector médico, Francisco Casto Pérez Lara, tramitaron una serie de incapacidades para que los clientes del entramado, previo pago, obtuvieran una prestación económica sin padecer dolencias derivadas del ejercicio profesional.

La estrella mediática del caso, María José Campanario, ha sido sentenciada a un año y once meses de prisión por un delito de estafa en grado de tentativa y otro de falsedad documental. Hay que recordar que la esposa del diestro Jesulín de Ubrique fue la única procesada, junto al funcionario médico, que defendieron con más vehemencia su inocencia ante el tribunal. Pero ni sus afirmaciones, pidiendo justicia, ni sus lágrimas han conseguido convencer a los magistrados.

Campanario ha sido sentenciada por haber tratado de conseguir una pensión para su madre de forma fraudulenta. Sin embargo, pese a la condena, podrá eludir la entrada en prisión al estar por debajo de los 24 meses y carecer de antecedentes penales. Misma condena ha recibido la madre de Campanario, Remedios Torres. Hay que recordar que estas penas están por debajo de las que solicitó en su día el fiscal (dos años y nueve meses).

La sentencia reconoce como hechos probados que María José Campanario, por mediación del empresario José Luis López ‘El Turronero’, tramitó una pensión de incapacidad para su madre, “pese a que ésta no reunía los requisitos para obtenerla pues ni siquiera trabajaba y ni había cotizado el tiempo necesario”, indica la resolución judicial.

Multa y costas del juicio

Los magistrados confirman el relato que defendieron las acusaciones durante todo el procedimiento, incluidos los 18.000 euros que fijó como tarifa el cerebro de la trama, Carlos Carretero, para conseguirle la prestación a Remedios Torres. Además de las penas de prisión, la esposa de Jesulín de Ubrique ha sido sentenciada a una multa de 1.800 euros, más la parte proporcional de las costas judiciales. Y es que en el fallo también se recoge que cuando la Seguridad Social (INNS) denunció los hechos, se le denegó el reconocimiento de la invalidez a Remedios Torres, la cual no llegó a cobrar dinero alguno al estallar a tiempo la ‘operación Karlos’.

El peor parado en la resolución judicial ha sido el inspector médico, al que le han impuesto la pena más elevada, nueve años y medio; frente a los cuatro que le han impuesto al cerebro de la trama, Carlos Carretero, que ha sido condenado a cuatro años. La diferencia entre ambos es el acuerdo con el Ministerio Público que alcanzó el exjefe de la Policía Local de Ubrique. Una sentencia de conformidad que abrió la puerta a que Carretero señalara durante el juicio a las principales piezas del proceso.