La utilizó Alfredo Sánchez Monteseirín como ayuda electoral a su sucesor, Juan Espadas, al presentarla como un lujo cultural para Sevilla. Pero tres meses después de su inauguración la biblioteca Felipe González no funciona. Ni presta libros ni tiene servicio de consulta. Sólo puede utilizarse como sala de estudios aunque se han gastado en ella cuatro millones de euros.

Lamentablemente, no presta los servicios de documentación, sala infantil, de exposiciones y multimedia o cafetería previstos y sólo ha podido ser aprovechada desde su puesta en marcha por los estudiantes para preparar exámenes. Todo lo demás, incluido el préstamo y consulta de libros, aún no funciona, según denuncia La Razón.

Por si fuera poco nadie sabe nada de fechas y plazos porque todavía se están catalogando los fondos auxiliares. En el sindicato CSIF, que denunció en su momento la falta de empleados en las bibliotecas de la ciudad, apuntan que en el caso de la Biblioteca Felipe González «no hay previsión de apertura porque no hay personal».

En la Biblioteca, sólo trabajan dos personas y son personas subcontratadas en una empresa externa. Como es costumbre, el anterior Gobierno municipal socialista los contrató saltándose la bolsa de trabajo quebrando el principio de as mismas posibilidades para todos

La Biblioteca se inauguró con poco más de 4.000, sobrantes de otras bibliotecas, y tiene actualmente 6.500 –1.500 de ellos infantiles–, pero se encuentran lejos todavía de los 20.000 para los que se anunció que había capacidad.

Los retrasos y los incumplimientos son de nota. Las obras comenzaron en junio de 2009. Se anunció su inauguración a los 7 meses, luego a los 12. Finalmente se abrió a finales de marzo de este año. Y no funciona todavía.