Mientras la izquierda calla, Aguirre condena el ataque de los gays a Gallardón en la puerta de su casa y apunta a Rubalcaba
¿Qué habría ocurrido si algún representante del ‘lobby gay’ hubiese sido violentamente increpado y amenazado en la puerta de su domicilio por decenas de personas contrarias a ese colectivo? Seguro que desde todos los rincones vinculados a la progresía española se habría anatemizado a sus autores, restallaría el látigo de la indignación de las asociaciones contra la intolerancia y las acusaciones de homofobia contra la “caverna conservadora” se habrían hecho sentir en editoriales de prensa y en instituciones controladas por la izquierda. Ocurre sin embargo que cuando son los activistas gays los que exhiben su intolerancia y su pulsión al matonismo, entonces todos callan, incluida la adocenada y acobardada derecha liberal española. Al menos Esperanza Aguirre ha alterado el guión, aunque sin atreverse a señalar a los violentos y sí al Gobierno que les ampara y le da cobijo inmoral.
La presidenta de la Comunidad de Madrid ha condenado los insultos y el ataque sufrido por el alcalde Alberto Ruíz Gallardón. “Me parece absolutamente intolerable e impresentable”, ha señalado, para afirmar que “aquí no se cumplen las leyes y tenemos un ministro del Interior que cumple las leyes cuando quiere”.Tras asegurar que le ha mandado un mensaje y mostrar toda sus solidaridad con el alcalde de Madrid, la presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre ha dicho que le parece “absolutamente intolerable e impresentable”. “Pero que es esto de que una decisión municipal tenga que discutirse en la casa del alcalde”, espetó en Cope la mandataria madrileña.
¿Pero dónde estamos?, se ha preguntado Aguirre para afirmar que “aquí no se cumplen las leyes y tenemos un ministro del Interior que cumple las leyes cuando quiere”.
La pasada noche, tras finalizar una ‘cacerolada’ en la plaza de Chueca que había sido convocada de forma anónima para protestar contra la prohibición de las actuaciones musicales durante las fiestas del Orgullo Gay, una parte de los manifestantes se trasladaron a la residencia del primer edil y lo increparon llamándole ‘mentiroso’, ‘payaso’, ‘cobarde’ y ‘sinvergüenza’ entre otras cosas.
Gallardón, por su parte, les recordó que en ese lugar viven sus hijos y su mujer, que le acompañaba en ese momento, y consideraba que la protesta en ese lugar “no es de justicia”. “Mi despacho está siempre abierto para vosotros. Venid”, les ofrecía a renglón seguido, sin que los manifestantes le dejaran terminar la frase, abucheándole y llamándole ‘mentiroso’, mientras gritaban consignas como ‘Gallardón, dimisión’ o ‘Es de Chueca, el orgullo’.
¿Dónde está Esteban Ibarra?. Ahora como la víctima de la intolerancia es uno del PP la ONG con subvención presidida por Esteban Ibarra ni siquiera ha condenado el acoso.
Que aprenda Gallardón y deje de hacerle la pelota a la izquierda.