Polémica por un diccionario: Censura histórica y analfabetismo intelectual
Por más que lo he intentado, de ahí mi tardanza en comentarlo, no he podido acceder al texto completo que el profesor Luis Suárez Fernández ha realizado para la entrada biográfica de Francisco Franco incluida en el diccionario biográfico preparado por la Real Academia de la Historia. Lo que en principio no debiera haber sobrepasado los márgenes del debate académico, merced a la presión de la pinza izquierdista que forman Izquierda Unida y el diario Público, a la que se han sumado, con desigual intensidad, la mayor parte de los medios, hasta con mensajes contradictorios de un día para otro, como es el caso del diario El Mundo, se ha transformado casi en un problema nacional.
Todo ese conglomerado mediático-político lo que ha propuesto, enmascarado en los más diversos florilegios, sencillamente es la aplicación de la censura buscando la retirada del artículo, desatando una auténtica caza de brujas a la que se han sumado los rencores de algunos historiadores que no perdonan a Suárez Fernández su gran obra, en varios tomos, revisada en tres ocasiones, y que está editada en Actas, sobre ese periodo de la historia de España, o su gran tomo biográfico sobre Franco y su más reciente Franco y la Iglesia, que ofrece una visión distinta y distante a la visión oficialista sobre el régimen de Francisco Franco. Visión que, por cierto, aún juzga insuficiente la pléyade de vividores de la memoria histórica. De ahí que hayan tratado de minusvalorar su obra diciendo que es un medievalista o patrono de la Fundación Francisco Franco, aprovechando que la mayor parte del público desconoce el peso intelectual de Suárez Fernández.
Todos conocemos cuál es el supremo argumento de estos censores: que Luis Suárez Fernández ha calificado el régimen de Franco como autoritario y no totalitario. Se puede entender que los ilectos y la izquierda española hayan saltado hechos una fiera ante tamaño desafío. Ahora bien, que nadie, desde un punto de vista intelectual, haya subrayado algo tan evidente como que estamos ante un debate conceptual sobre la calificación de un régimen político para una publicación que se supone es fundamentalmente científica, parece increíble.
Cualquier lector medio de historia, de filosofía política y de historia de las ideas, sabe perfectamente que dictadura es un término con muy escasa precisión a la hora de identificar un régimen político complejo, con un aparato institucional amplio, como era el de Francisco Franco, que ni en la mente de su fundador ni en su desarrollo tuvieron la característica básica de la dictadura: su interinidad. En esa línea de debate cualquiera sabe que dictadura, totalitarismo y autoritarismo son dos conceptos distintos que, al concretarse en un régimen político concreto, tienen características diferentes. Y la utilización de los mismos no implica, como algunos pretenden, una calificación sobre la bondad o la maldad del mismo. Por eso, más allá del término dictadura, la definición exacta del régimen de Franco es la de autoritario. El profesor Suárez Fernández lo que ha hecho es definir desde el rigor intelectual, lo que los demás hacen es poner de manifiesto su amplio analfabetismo intelectual o la ceguera de vivir todavía pendientes de un antifranquismo retrospectivo.
Otros, sin embargo, que no pueden adscribirse a la izquierda que brama contra Suárez Fernández, prefieren el término dictadura para borrar dos cosas fundamentales: primera, el amplio apoyo social que obtuvo el régimen de Franco; segunda, obviar que el régimen de Franco se sostenía sobre una coalición político-social equivalente al centro y la derecha española actual, y que la lentitud en la institucionalización se derivó del deseo de Franco de conseguir un consenso entre los diversos grupos. Pero esto es mejor no mentarlo.
*Portavoz de Alternativa Española (AES).
Todo eso que usted dice Bedman poco o nada tiene que ver con una definición. El problema es que usted entiende que definirlo como “régimen autoritario” es equivalente a decir que fue bueno-buenísimo, y decir que fue una “dictadura” es afirmar que fue malo-malísimo. La definición dificilmente puede entenderse que es un homenaje. Entiendo que lo del político canario es referencia al doctor Negrín. COmo en el caso del texto de Suárez Fernández no lo hemos podido leer. Lo que ha trascendido es que Negrín dirigión un gobierno que en la práctica fue una dictadura. Esto es rigurosamente cierto. El… Leer más »
Bedman, cae en el mismo error que se señala. No se debate la bondad o la maldad de Franco. Lo que se indica es la calificación. Nada tiene que ver definir el régimen franquista como autoritario con lo de libertador. No es una discusión política sino académica y científica. Lo que tendrá que ver es qué significa autoritario que, para usted, evidentmente debiera ser lo mismo. No veo el problema
Por mucho que se repita una mentira, sigue siendo mentira. No podemos dar un rasero para el Doctor Negrin y luego otro enteramente distinto para Franco. Ni dar un barniz de pseudociencia a lo que son las opiniones personales de este señor. Lo mas indignante es que encima sea con fondos publicos. Este señor derroco un gobierno elegido democraticamente, y luego lo mantuvo hasta su muerte. Esa parece la definicion de un dictador. Como se explica , salvo por la parcialidad y subjetividad de su opinion, esas entradas en una obra a estas alturas, es indignante. Cree usted que deberiamos… Leer más »
Menuda tonteria. Se demonizo a un insigne politico canario, y a la vez se pone a un dictador como un libertador. Que yo sepa, declarar la guerra al gobierno no es muy democratico, y contando que ejecuto o encarcelo a todos los que se le opusieron, no es ilogico pensar que todo el resto le apoyaria..por miedo. De todas formas, una mentira repetida muchas veces no es verdad, y no hay peor sordo que el que no quiera escuchar. Que penita de hombre, por los dioses..,)