En Torremolinos llueven piedras… sobre el edificio Torresol
El candidato a la alcaldía de Torremolinos por UPyD, David Carrascosa, se implica con la comunidad de vecinos Torresol para reclamar solución ante los desprendimientos que hacen peligrar la integridad física de los vecinos.
El título de la conocida película de Ken Loach “Lloviendo piedras”, se ha hecho dramática realidad para los vecinos de la comunidad Torresol de Torremolinos. Bueno, no sólo caen piedras, sino bloques de hasta varias toneladas, ramas, troncos de árboles, palomas muertas, etc. … a los patios de sus viviendas. Sí señores, han oído bien. Desesperados, los vecinos tratan, desde hace años, de que el Ayuntamiento solucione su problema. Pero no hay manera.
El problema y sus raíces son los siguientes: en 1989 se inició la construcción del edificio Torresol, junto a la formación travertínica en que está el yacimiento arqueológico de la Cueva del Bajondillo. La obra se paralizó temporalmente para proceder a la excavacion de unos restos que aparecieron al hacer el recorte vertical del travertino. Al año siguiente se retomó la excavación aunque ya la obra había recortado considerablemente el espacio excavable, dejando un muro totalmente vertical e imposibilitando el acceso a la cueva. No se pidió responsabilidades a la empresa constructora, hoy desaparecida. Aun así, el Ayuntamiento de Málaga (Torremolinos no era independiente) autorizó la finalización de las obras. Siendo ya independiente Torremolinos, se concedió licencia de primera ocupación y se habitó el edificio. Mientras tanto, la cueva ha sido declarada uno de los más importantes yacimientos de la prehistoria peninsular. Actualmente se tramita su declaración como Bien de Interés Cultural. La cueva depende de la Junta de Andalucía pero su protección y mantenimiento es competencia municipal.
El problema es que, dada la situación de la cueva a unos 6 metros de los edificios y en un muro vertical de más de 14 metros de alto, cada vez que la vegetación, que crece con gran facilidad y abundantemente, se desprende, arrastra gran cantidad de sedimentos provocando graves y peligrosos derrumbes sobre los patios, lo que afecta la integridad física de las personas que habitan dichos edificios. En algunas ocasiones han llegado a caer bloques de travertin de hasta seis toneladas. Por ser paraje de protección arqueológica y paisajística no se pueden utilizar fungicidas, poner mallas ni proyectar hormigón para sellar el entorno. Sólo el regular mantenimiento y limpieza de la pared y los suelos haría la situación tolerable. Esta tarea no es barata pues debe hacerla una empresa especializada, con asesoramiento arqueológico permanente, pues hay que catalogar e informar el valor arqueológico de los materiales que se desprendan.
Ante las quejas, escritos e intervenciones de los vecinos, la Junta de Andalucía ha derivado el asunto al Ayuntamiento y éste a la propia comunidad de vecinos. El Ayuntamiento pretende que los vecinos, cuya integridad física corre peligro, carguen con los gastos de recogida y catalogación de los sedimentos desprendidos. Cobra todo su sentido aquí una de las reivindicaciones que UPyD hace desde sus programas: evitar la redundancia y la duplicidad de funciones de unas administraciones y otras, lo que provoca que finalmente ninguna se responsabilice de nada. Unos por otros, la casa sin barrer.
Como ha señalado un arqueólogo torremolinense que ha preferido no dar su nombre, «la gestión del patrimonio de Torremolinos está gestionada casi de la peor forma posible pues la Junta permite el deterioro del yacimiento al dejar en manos del Ayuntamiento su mantenimiento, y éste último deriva hacia los vecinos la solución de los gravísimos riesgos que para la salud y la vida supone al situación que estamos denunciando».
El candidato a la alcaldía por UPyD, David Carrascosa, y el responsable de Política Local, Antonio Linde, han estado reunidos con los vecinos y han sido invitados a entrar en numerosas viviendas adyacentes a la pared travertínica, donde han podido comprobar las consecuencias de esta situación: patios atestados de rocas, vegetación caída, palomas muertas, malos olores, humedad, ratas, etc. Uno de los vecinos señalaba que el hecho de que el Ayuntamiento les quiera endosar los gastos de limpieza y mantenimiento de la pared travertínica, desde la que se desprenden rocas y vegetación, «es como si te cayera una maceta desde el balcón de un vecino y el propietario de dicho balcón te dijera que además tienes que pagar la maceta».
Otro propietario nos decía que ese muro es del ayuntamiento, que además tiene sobre él espacios públicos como una plaza y un aparcamiento. Los vecinos están justamente indignados. Nos permitieron hacer cuantas fotos quisimos del estado penoso de sus patios y viviendas pero no quisieron identificarse ni aparecer en fotos. ¿Por qué será?
de esta noticia lo unico que es novedad es que todavia no pasado nada grave, al fin y al cabo tener escombros, ratas y humedad no es tan grave, todavia no le ha pasado nada a nadie, esperemos y ya veremos si a Don Pedro se le queda bien la conciencia por dejar abandonados así a los vecinos.
¿Qué ocurrirá el día en que algún vecino sufra una desgracia personal? ¿Hay dinero para costosos libros de autobombo electoral y no lo hay para solucionar este problema?