Marine Le Pen, líder del Front National francés, durante un acto de su partido.

L.R.- La derecha identitaria europea está dando pasos de gigante. Si en los últimos meses ha logrado, en mayor o menor proporción, un espacio europarlamentario, ahora busca afianzar su posición en el mundo aliando lo que les une: su ideología, más allá de las fronteras nacionales.

El último ejemplo de este espectacula auge se ha dado en Dinamarca, que va a reestablecer los controles aduaneros en sus fronteras, situadas dentro del espacio Schengen que permite la libre circulación de personas dentro de la Unión Europea, tras un acuerdo político entre el Gobierno y la derecha antiinmigración.

Pero no es un caso aislado del nuevo poder que está aflornado en Europa. Este auge e importancia se ha dado también en Finlandia donde el partido identitario, Verdaderos Finlandeses, se han convertido en la tercera fuerza más votada del país. Pero, además, un día más tarde de este espectacular resultado, Hungría ha aprobado una nueva Constitución, de corte claramente conservador.

A todo esto hay que sumarle las recientes crisis migratorias en países como Francia o Italia, donde las revueltas árabes han dejado miles de personas que han buscado cobijo en sus tierras.

Más allá de las circunstancias, las ideologías identitarias también se están forjando un camino como modo de solución a determinados conflictos. Un ejemplo de ello es la reciente visita de Geert Wilders, cuyo partido populista apoya al Gobierno de minoría holandés, a Israel, donde ha dejado clara su postura: “Nuestra cultura está basada en el cristianismo, el judaísmo y el humanismo y los israelíes están luchando nuestra lucha. Si Jerusalén cae, Amsterdam y Nueva York serán las siguientes”.

Y no es el único que piensa así. La líder del Frente Nacional Marine Le Pen ha comparado a los musulmanes que rezan fuera de atestadas mezquitas (una imagen habitual en el mes sagrado de Ramadán) con la ocupación nazi en la Segunda Guerra Mundial.

Es la nueva tendencia, la unión de una ideología en alza y que aparecen representados por los siguentes rostros.

Pia Kjaersgaard y la llave del gobierno

Volviendo a Dinamarca, Pia Kjaersgaar es la cofundadora y actual líder del Partido Popular de Dinamarca (Dansk Folkerparti), partido conservador y nacionalista danés.

No es la primera vez que logran que alguna de sus iniciativas sean implantadas por el Ejecutivo. Entre sus ideologías cabe destacar su abiertamente manifestado rechazo a una sociedad multicultural su defensa de la monarquía así como de la Iglesia luterana danesa.

Timo Soini y su posición alejada de Europa

Con todo, el último ejemplo de una ideología en auge en Europa ha sido el auténtico vencedor de las elecciones finlandesas, el grupo ultraderechista Verdaderos Finlandeses del eurodiputado nacionalista Timo Soini, que con el 19% ha conseguido 39 diputados y se ha convertido en la tercera fuerza política de Finlandia.

De este modo, Soini ha logrado el mayor avance de un partido en la historia de Finlandia al multiplicar por ocho su número de escaños.

“Esta es una gran victoria, es el triunfo del sentido común de los finlandeses, que no quieren seguir gobernados por los mismos viejos partidos que llevan décadas en el poder”, ha sentenciado un exultante Soini tras conocer los resultados.

Pero a esta victoria hay que sumarle que su partido ha logrado hacerse también, gracias a él, con representación parlamentaria en Europa en las elecciones del 2009.

Ese mismo año, Soini, ya diputado parlamentario y en el marco de la presidencia de la cumbre entre EU y EE.UU., no dudó en manifestar su escepticismo hacia la inmigración y hacia el continente europeo.

Pese a esto, Soini asegura que rechaza las acusaciones de racismo y euroescéptico a las que se ha visto sometido ya que defiende que son sólo “valores patrióticos y conservadores”.

Marine Le Pen, la herencia de la tradición nacionalista

Marine Le Pen, hija del histórico Jean- Marie Le Pen, del Frente Nacional, ha sido una de las que también han devuelto la derecha patriótica a la actualidad.

Y lo hizo en el momento de asumir la presidencia del FN, cargo al que accededió oficialmente en el congreso de su partido. Partido que su padre dejó tras lograr el hito, en el año 1972, de pasar a la segunda vuelta de las presidenciales contra Jacques Chirac.

Pero su ascenso a la presidencia se verá ensombrecido por sus declaraciones sobre los musulmanes. Unas declaraciones que le han valido una investigación de la Policía Judicial de Lyon para determinar si constituyen o no una “incitación la odio racial”.

A esto hay que sumarle que Francia es uno de los países que está presenciando un ascenso de los ideales de derechas. Unos ideales que, además, muchos ven escenificados, sin llegar al extremismo, en las últimas iniciativas del gobierno de Nicolas Sarkozy como la prohibición del burka o las expulsiones de gitanos romaníes.

Jimmie Akesson y la “amenaza del Islam” en Suecia

Los Demócratas de Suecia y su propuesta de una “reducción drástica” han logrado representación en el Parlamento europeo con Jimmie Akesson a la cabeza.

Es la primera vez que este partido sueco logra algo así y su líder, de 31 años y afiliado al partido desde los 15, aseguró en su discurso a los militantes tras conocer los resultados electorales no querer “crear problemas”. Aún así, sus pretensiones de lograr la “suspensión total de la inmigración” así como sus calificaciones del Islam como la “mayor amenaza extranjera desde la Segunda Guerra Mundial” han incrementado la alerta.

Geert Wilders y la discriminación musulmana

El partido antimusulmán Partido de la Libertad lograba en las últimas elecciones ser la tercera fuerza más votada con Geert Wilders como figura principal.

“Permanecer en Holanda de forma ilegal será considerado un crimen. Se prohibirá el burka y se podrá retirar la ciudadanía holandesa a aquellos autores de determinados delitos que tengan la doble nacionalidad”. Así de contundente se mostraba Wilders a la hora de exponer sus pretensiones y exigencias para permitir la formación del gobierno holandés.

Wilders está actualmente sometido a juicio tras ser acusado de instigación al odio racial y discriminación a los musulmanes a través de su reportaje “Fitna”. Además, es un defensor implacable de impedir la entrada de Turquía en la UE.

Bart Debies y la repulsión hacia Europa

Otro de los partidos en lograr representación parlamentaria europea ha sido el belga Vlaams Belang. A sus espaldas está una acusación y condena por promover el racismo, la xenofobia y la homofobia. Su líder, Bart Debies, defiende férreamente eliminar la inmigración y sacar a Bélgica de la Unión Europea.

Debies fue uno de los líderes de la derecha europea que pidió autorización municipal para montar una carpa para mil personas en la ribera del Rin cuando, en el año 2008, se aprobó la construcción de una mezquita en Colonia, motivo por el cual pretendían celebrar una concentración multitudinaria bajo el lema “No a la islamización – No a la gran mezquita de Colonia”.

Nigel Farage y el euroescepticismo

Bélgica no es el único país en el que la ultraderecha reclama la salida de Europa. En Reino Unido, de la mano de Nigel Farage, se busca lo mismo.

Es un político británico que ha logrado liderar un grupo de opinión que se ha hecho con una relativa representación institucional, sobre todo en el Parlamento Europeo. Es el Partido por la Independencia del Reino Unido, más conocido como UKIP.

Lo que hace es promover, cada cierto tiempo, la celebración de un referéndum en Gran Bretaña para dirimir la pertenencia o no de este estado en la Unión Europea su principal baluarte se encuentra en el medio rural de Inglaterra y Gales.

Heinz- Christian Strach y sus “Sagas en Viena”

Junto a este partido compartió mesa, en el año 2008, el Partido de la Libertad de Austria, durante un congreso en el que el tema a debatir era la defensa de luchar contra la “ilsamización” de Europa.

Su líder, Heinz- Christian Strach ha logrado que el partido sea la segunda fuerza más votada en las elecciones municipales de Viena del pasado 10 de octubre.

Strach ha dejado también muy claro cuáles son sus opiniones: “Europa tiene que seguir siendo cristiana y por ello hay que luchar contra el velo islámico y los minaretes”. Estas ideas, además de ser el eje central en las europeas (en las que también ha logrado representación) las ha llevado al papel de la mano de sus “Sagas en Viena” en las que aparece como un héroe que defiende a la Viena del siglo XVIII de los turcos y en las que insta a un niño a tirar una piedar contra “Mustafá”.

Toni Bruner y las normas de la nacionalidad

En Suiza la ciudadanía sacaba adelante el pasado mes de noviembre la propuesta del partido Unión Democrática: la prohibición de los minaretes. De este modo mostraba su apoyo a una tendencia ultraconservadora defendida por el que representa al partido, Toni Brunner, quien no deja de defender el endurecimiento de las formas de obtener la nacionalidad y asilo.

Durante las campañas electorales no ha dudado en emplear carteles en los que se mostraban a ovejas blancas expulsando a una oveja negra.

Gabor Vona y la proscrita Guardia Húngara

En esta misma línea y con su sueño de “una gran Hungría con todos nuestros hermanos en el país” está Gabor Vona, del partido húngaro Jobbik. Lograron ser la tercera fuerza política más votada, un hito que Vona no quiso desaprovechar y sembró la polémica al presentarse el día de la toma de posesión con atuendos que recordaban al uniforme de la proscrita Guardia húngara.

George Karatzaferis y las “invitaciones” para entrar en Grecia

George Karatzaferis también quiere un país para “los suyos” ya que defiende “Una Grecia para los griegos” para la que los enemigos son Albania, Macedonia y Turquía.

Así ha presentado su ideología Karatzaferis, del partido Alerta Ortodoxa, en una campaña electoral (que le ha valido de 10 escaños en las elecciones de 2007) en la que no ha dudado en presentarse como un Robin Hood que da a los pobres lo que quita a los ricos.

“Los respetamos, pero tienen que recordar que vinieron sin invitación. Este es un país Ortodoxo, si no les gusta, la puerta está abierta”.

Lene Espersen y las caricaturas de Mahoma

En Dinamarca el asenso de la derecha también es palpable. Su máximo exponente, el Partido Popular Danés, logró aumentar su porcentaje de votantes en las elecciones al Parlamento europeo y se hizo con dos diputados de la mano de Lene Espersen.

Cabe destacar que en el país, tras la polémica suscitada por las caricaturas del profeta Mahoma, el partido no dudó en pedir la expulsión de todos los imanes sin nacionalidad danesa.