Una acentuada proliferación de inmigrantes pedigüeños se registra en las calles de nuestras ciudades, sin que al parecer las autoridades políticas se den por enteradas. Si muchos de ellos, ilegales, están en España sin trabajo y sin recursos, cómo entonces no se les deporta a sus países de forma urgente. La respuesta nos la ofrece la mora con velo que aparace a la izquierda de la imagen. Incrustados como parásitos en la piel de la subvenciones públicas y el asistencialismo de algunas siniestras organizaciones católicas, los ilegales han sustituido la prioridad de un empleo por la exigencia de ayudas gratuitas. Cuentan para ello con el aval de la casta, dispuesta a satisfacer sus necesidades y revertir en arena la cal que reciben los autóctonos, cada día más parias en su propia tierra.

Si hace unos días recogíamos la presencia de una mora junto a una carpa de la Plataforma per Catalunya (PxC) en Cervera, donde se ofrecía pan “a los de casa”, hoy la imagen se repite en otra localidad de la provincia leridana: Agramunt. Agramunt es hoy uno de los municipios leridanos más catigadas por la inmigración, algo que se percibe con sólo observar las huellas del desorden en sus calles y plazas. Hasta allí se desplazó el líder de los identitarios en la provincia, Eduard Pallerola, para colaborar en el reparto simbólico de panes a los autóctonos. Se quería con ello simbolizar el objetivo de Plataforma de priorizar las ayudas a los españoles de origen, atendiendo así al precepto bíblico de que la caridad bien entendida empieza por uno mismo. Asimismo, la presencia de Pallerola pretendía servir de aldabonazo propagandístico contra la concurrencia electoral en Agramunt de PIRUM, el partido de los rumanos.

Como si de una secuencia robotizada se tratase, al fondo de la imagen se observa a otra mora con velo escrutando el tenderete de los plataformistas y acaso preguntándose si debía responder con menoscabo al reclamo de “Primer els de casa” o exigir su ración de pan. ¿Creen ustedes que su dignidad la obligó a sentirse aludida con el mensaje de la PxC? Nosotros tampoco.

En cualquier caso, dudoso es que la mora se marchara de allí con un pan bajo el brazo. Repararía entonces en cuál es la diferencia entre ayudar primero a los de casa y servirse de los de casa para recibir primero las ayudas.