Josep Anglada asistió este jueves a la presentación de los candidatos de Plataforma per Catalunya (PxC) en el Vallès Occidental, evento que tuvo lugar en la ciudad de Terrassa y en el que estuvo acompañado por su secretario general Robert Hernando. Esta comarca presentará en las próximas elecciones locales 13 candidaturas, algunas de ellas en ciudades tan importantes como Terrassa, Sabadell, Rubí o Cerdanyola.

Abrió los parlamentos el delegado local y candidato por Rubí, Josep Maria Enguix, que en su discurso recordó que “Plataforma per Catalunya ha presentado 108 candidaturas en toda Cataluña y 13 de las cuales en el Vallès Occidental, lo que para nuestro presidente y para nosotros es un sueño, para muchos otros será sin duda un mal sueño”. Concluyó diciendo que “un 85% de la población de la comarca van a tener la oportunidad de votar a PxC, lo que supone un total de 750.000 personas”.

Le siguió Rafael Herrera, candidato por Santa Perpètua de Mogoda, que afirmó: “Soy una persona que siempre ha estado vinculada a los movimientos vecinales de mi población, ahora voy a luchar con todas mis fuerzas para que los primeros seamos los de casa”. Seguidamente intervino Oriol Gómez candidato por Barberà del Vallès, quien dijo que “en Barberà va a empezar un nuevo proyecto y un mejor control de la inmigración” y anunció que “lo primero que haremos es suprimir el programa de acogida a recién llegados”. Dejó paso al candidato de Polinyà, Corbacho, que sentenció: “Ha llegado el momento de cambiar las cosas, se han ido muchas empresas del pueblo y la alcaldesa cobra 60.000 euros al año mientras algunas familias normales han de pasar con 20.000 al año”.

Y entre los aplausos del público asistente tomó el atril Mònica Pérez, candidata por Cerdanyola, que presumió de su condición de ama de casa y de sus dos hijos. Estas fueron sus palabras: “Me presento por PxC porque es el único partido por el que me siento representada de verdad”. Dejó paso a la candidata de Viladecavalls, Marisa Sans, que es diplomada en Ciencias Empresariales, quoen dijo sentirse “muy orgullosa del partido que represento y de mi presidente, porque es el único político que dice las cosas claras y en catalán. La inmigración supone un grave peligro para la identidad cristiana de Cataluña”, subrayó.

Con el ambiente ya caldeado subía al estrado el candidato por Sabadell, Pascual Campoy, quien admitió que “conocí la PxC por el mailing de las autonómicas y como no pensaba votar a nadie, tuve claro que era mi partido y me afilié y aquí estoy ahora intentando luchar por la gente de casa de Sabadell”. Dejó su sitio en el escenario al candidato de Badia, Raül Ortiz, de 32 años, que hizo un resumen de la situación de su localidad: “Tenemos una tasa de paro de un 22% y eso no hay quien lo soporte, la inmigración nos ha traído sólo paro y delincuencia, en Badia hace falta la voz de PxC como agua de mayo”.

La última serie de candidatos del Vallès Occidental la abrió la candidata por Castellar del Vallès, Fuensanta López, que con tan sólo 26 años reconoció que “tanto mis compañeros como yo arriesgamos mucho al presentarnos por PxC pero alguien tiene que decir lo que todos pensamos, porque tenemos la obligación moral de hacerlo”. Siguió Manel Agudo, de Ripollet, que dejó claro que “pertenezco al sector de la construcción y la inmigración se lo ha cargado trabajando a precios muy baratos, la crisis al final la pagamos siempre los mismos”. Algo que secundó la candidata por Sant Llorenç Savall, María Dolores López, que recordó “a los inventores de la multiculturalidad sólo hay que agradecerles guetos y problemas sociales, si el precio de defender a los míos ha de ser que me llamen racista, allá ellos, yo voy a seguir luchando”.

Miquel Vigorós de Montcada se disculpó por motivos de salud y Joaquim Rosique, candidato de Terrassa, acabó el turno de los candidatos locales como anfitrión del evento explicando lo siguiente “Según nuestro alcalde unas 84.000 personas de Terrassa están en riesgo de exclusión social y mientras tanto el alcalde cobra 90.000 euros al año, lo primero que exigiremos cuando entremos es que el alcalde se baje el sueldo de inmediato, aquí hemos sufrido también un tripartito que ha demostrado que allí donde gobiernan son como una plaga de termitas que arrasan con todo”. Terminó su alocución que de aquí unas décadas los libros de historia dirán que Josep Anglada comenzó la reconquista de Cataluña”.

Y llegó el momento que todos esperaban. Entre aplausos y vítores, Anglada subía al atril para pronunciar un memorable discurso y anunciar entre otras cosas que “Plataforma per Catalunya exigirá en todos los ayuntamientos que los alcaldes y concejales se bajen el sueldo un 25% y el dinero que se ahorre vaya a parar a una fundación para ayudar a la gente de casa que lo necesite”. Y prosiguió de esta guisa: “Estoy muy contento de volver a Terrassa, estoy muy feliz de que casi 3.000 vecinos vuestros nos dieran su voto en las pasadas autonómicas y me siento profundamente orgulloso del trabajo de la delegación del Vallès Occidental, sin duda una de las que más y mejor han trabajado”.

En clave europea, Anglada quiso dejar claro que “la globalización nos ha llevado a tener que cerrar empresas y sectores como el textil que dieron de comer a nuestros abuelos, Zapatero mendiga dinero para los bancos al gobierno chino a cambio de que los chinos puedan abrir comercios en nuestro país sin pagar impuestos asestando un golpe mortal al comercio tradicional de casa, de toda la vida” y recordó que “Holanda, Francia, Italia, Suecia, Austria, Finlandia, Flandes, Suiza, todos estos países y alguno más ya tienen movimientos identitarios fuertes, Cataluña es la región más europea de España y estamos abriendo el melón de un movimiento que ya triunfa en Europa porque es el único que defiende nuestra identidad por encima de la del Islam”.

Anglada lanzó toda una declaración de intenciones que sintetiza la línea política de su partido: “La Cataluña que nosotros defendemos no es la de CiU que va de nacionalista mientras su secretario de Inmigración, Àngel Colom, pedía 1.400.000 inmigrantes más para Cataluña en los próximos años.  Nuestra Cataluña es la de los niños autóctonos, la de la butifarra y el pan con tomate y no la del cuscús o los kebabs”.

Por último, Anglada firmó a los asistentes ejemplares de su libro ‘Sin mordaza y sin velos’.