La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), condenó la trifulca que se presentó el domingo en la Catedral, donde seis mujeres y un hombre arrojaron al suelo una imagen de la Virgen de Guadalupe.

“Nos preocupa la frecuencia con la que se están repitiendo estos deplorables hechos, principalmente en la Catedral Metropolitana, atentando contra la fe y agravando el clima de incertidumbre, violencia e inseguridad que flagela a nuestro México, sin procurar hasta ahora medidas eficaces de parte de las autoridades para prevenir estos sucesos”, dice el comunicado.

Subrayó que la ambigüedad de las leyes que prevalecen en el Estado Mexicano y la falta de una plena libertad religiosa continúan creando las condiciones propicias para la intolerancia, para la libre expresión de las ideas de los ministros de culto y, por consiguiente, el acotamiento a las expresiones de fe en público o privado, limitando con esto el derecho humano más fundamental que es la manifestación de la fe.

“Manifestamos también nuestra más enérgica reprobación por tan lamentables acontecimientos, que no se conformaron con el sólo hecho de interrumpir la Santa Misa, sino de provocar y lastimar un sentimiento religioso con la destrucción de la imagen de nuestra Madre Santísima, María de Guadalupe”, consideró Víctor René Rodríguez Gómez, Secretario General de la CEM

“Oramos a Jesucristo Resucitado, esperanza nuestra, y pedimos su bendición y paz. Santa María de Guadalupe, Reina de México, intercede por el bien de nuestra patria y de todas las familias mexicanas”, puntualizó.