Tres personas murieron ayer en una procesión de Semana Santa celebrada en Vila Cha de Marao, un pequeño municipio en el norte de Portugal, después de que un conductor perdiera el control de su vehículo y arrollara a varios de los participantes.

El último parte del accidente aumenta el número de víctimas en una persona más y precisa que también hay ocho heridos graves y cuatro leves como consecuencia de este percance, según han informado hoy medios lusos.

Por el momento se desconocen las causas que llevaron a perder el control de su automóvil al conductor, un hombre natural de la misma localidad donde se produjo el accidente, Vila Cha de Marao, perteneciente al distrito de Amarante y en la que vive poco más de un millar de personas.

Fuentes municipales señalaron que en el momento del atropello, cerca de 300 personas participaban en la procesión religiosa. El conductor se dio a la fuga nada más ocurrir el accidente, aunque pocas horas después fue detenido por miembros de la Guardia Nacional Republicana, por lo que hoy mismo declarará ante el juez.