El capitán del Real Madrid, Iker Casillas, ha sido el encargado de coronar a la Diosa Cibeles y ha provocado el éxtasis de los miles de aficionados madridistas congregados en la mítica plaza madrileña, donde los blancos no acudían desde el verano de 2008.

El portero del club merengue relevó a Raúl González Blanco, el último capitán en adorar a la Cibeles, y se encargó de liderar las celebraciones del Real Madrid por su conquista de la decimoctava Copa del Rey de la historia, la cual no ganaban desde 1993.

A las 4.15 horas llegó el Madrid a Cibeles y tras el incidente de la Copa, que se cayó durante la celebración de las manos de Sergio Ramos, Casillas tomó el protagonismo. “Soy novel, no tengo ni idea. Después de dos años complicados, ganar la Copa del Rey es un alivio”, dijo Casillas instantes antes de coronar a la Diosa.

Fue entonces cuando Casillas, a las 4.35 horas, ascendió a la pasarela preparada para la ocasión, besó a la Diosa, le colocó una bandera de España con el escudo del Real Madrid y también –con mimo– arropó a la Cibeles con una bufanda madridista.

El capitán, acostumbrado a levantar títulos con la selección española, se estrenó como líder del ‘barco’ madridista y puso el colofón a casi cuatro horas de espera, cánticos y celebración en la plaza donde los blancos festejan sus títulos.

La expedición blanca se volvió a montar en autobús a excepción de Mourinho que se fue en un furgón policial, pero no en calidad de detenido.

ESTE JUEVES VUELTA AL TRABAJO

Los jugadores no tendrán descanso, ya que este jueves por la tarde (17.30 horas) volverán a los entrenamientos para preparar el partido del sábado ante el Valencia, donde los merengues tratarán de seguir con vida en el Campeonato Nacional de Liga.

Las habituales celebraciones institucionales en el Ayuntamiento, la Comunidad de Madrid o la Catedral de La Almudena serán “aparcadas” para “centrarse en la ‘Champions’. Se espera que las distintas instituciones confirmen en las próximas horas cuando se llevarán a cabo.