Garzón asegura que las escuchas no contaminan el ‘caso Gürtel’
El juez Baltasar Garzón afirmó ayer en Málaga que las escuchas del ‘caso Gürtel’, por las que el Supremo ha ordenado abrir contra él vista oral por los presuntos delitos de prevaricación y violación de las garantías constitucionales, no contaminan el caso principal.
El magistrado consideró «fuera de todo lugar que se trate de aprovechar por algunos la cuestión de las observaciones de las comunicaciones en prisión para sacar partido en el caso principal» y aseguró que entre ambas cuestiones no hay relación alguna: «No hay ninguna diligencia que se practicara en ese procedimiento partiendo de esas observaciones y no hubo ninguna actuación policial basada en las mismas».
Cuestionamiento
El juez contestaba así a algunas voces que ya se han alzado para cuestionar todo el procedimiento, como la de Ignacio Peláez, el abogado que representa al empresario leonés José Luis Ulibarri. El letrado afirmaba ayer mismo que los únicos elementos incriminatorios contra su cliente «están contaminados por las escuchas ilegales que autorizó Garzón en la prisión de Soto del Real».
Baltasar Garzón, que ofreció una conferencia sobre ‘Derechos Humanos y Jurisdicción Universal’ en el Ateneo de Málaga, añadió que esta medida, por la que ahora se le imputa un presunto delito de prevaricación «fue absolutamente proporcional» y añadió que «cualquier juez se puede equivocar en la interpretación», pero de ahí a «considerar esa decisión un delito por entender que hubo intención y mala fe, hay una distancia absolutamente insalvable».
El magistrado aseguró estar muy tranquilo, porque tomó todas las medidas necesarias para compatibilizar la obligación de investigar y «proteger a la sociedad de hechos criminales muy graves» y el derecho de defensa.
Al inicio de la ponencia y ante un auditorio que abarrotaba dos salas del Ateneo, Baltasar Garzón reconoció estar viviendo «unos días complejos»: «No es agradable estar pendiente de causas por desarrollar un trabajo durante treinta años con dedicación y entrega», afirmó y expresó su deseo de afrontar una situación que calificó de «adversa» con los mismos derechos que el resto de los ciudadanos.
«Absurdo y esperpéntico». Así calificó el presidente del Ateneo, Diego Rodríguez, la imputación de Garzón, y el hecho de que «podamos verle en el banquillo como a un delincuente más». Por su parte, la candidata del PSOE a la Alcaldía de Málaga, María Gámez, que fue la encargada de presentar al magistrado, aseguró que «somos muchos los que no entendemos que el juez que ha investigado el ‘caso Gürtel’ se vaya a sentar en el banquillo antes que los imputados, algunos de los cuáles van a concurrir a las elecciones».
En su ponencia, Garzón, que compartió turno de palabra con la fiscal Dolores Delgado, aseguró que la Declaración Universal de los Derechos Humanos es la norma que más se ha infringido a lo largo de la historia de la Humanidad, y que «la corrupción está en la base de la violación masiva de estos derechos».