Una Convergència desacomplejada, tanto en su acción de gobierno como de partido, dio ayer dos pasos más en ese camino hacia el «derecho a decidir» que propugna su líder, Artur Mas: primero, anunció que dará apoyo logístico a la consulta sobre la independencia de Cataluña que se celebrará en Barcelona el próximo 10 de abril. Cuenta ABC que lo hará mediante la cesión de cinco locales situados en cuatro distritos de la ciudad que actualmente acogen agrupaciones de CDC. Segundo, sacó a escena de nuevo a Jordi Pujol para decir «o independencia o desparece Cataluña». «La federación de Barcelona de CDC se solidariza absolutamente con el hecho de la libertad de poder preguntar a las ciudadanas y ciudadanos de Cataluña por el derecho a decidir sobre el futuro del país con el rigor que este hecho merece, por lo que pone a su disposición estos locales de su propiedad», explicó ayer el máximo responsable de Convergència en Barcelona, Jordi Martí.

Los convergentes recuerdan que el Parlamento catalán dio luz verde a una moción de apoyo a esta consulta soberanista. Precisamente ayer, ERC reclamó por carta a la presidenta de la Cámara autonómica, Núria de Gispert, que impulse la creación de una comisión transversal de diputados para que ejerzan de observadores en el referendo. El candidato del PP a la alcaldía de Barcelona, Alberto Fernández, aseguró que su rival electoral, Xavier Trias (CiU) «ya no coincide sólo con ERC y Laporta en decir que irá a votar a favor de la independencia, sino que además va más allá cediendo locales de CDC para la celebración de esta consulta».

Por su parte, el ex presidente Jordi Pujol, quien también ha dado pasos importantes en esa senda del «derecho a decidir» —asegura que ya no tiene argumentos para oponerse a la independencia, excepto en lo que respecta a la dificultad de su consecución—, también dio una vuelta de tuerca al advertir, en una conferencia en la Universidad Pompeu Fabra, que «si la idea de España que ahora prevalece se consolida, la alternativa está entre la independencia y la gradual desaparición de la catalalidad y de Cataluña». Alerta de que el independentismo se extiende «como una mancha de aceite» debido al expolio fiscal que, en su opinión, sufren los catalanes, situación que contrastó con la solidaridad económica que siempre ha demostrado Cataluña.