La Organización Mundial de la Salud reconoce que la situación en Japón es “extremadamente preocupante”
La directora de Salud Pública y Medio Ambiente de la Organización Mundial de la Salud (OMS), María Neira, ha dicho hoy que la situación en Japón es “extremadamente preocupante” ya que además “cada minuto puede cambiar” y que está en contacto permanente con la autoridades niponas para ayudarles.
María Neira ha explicado que la situación en el país nipón evoluciona de forma muy rápida, así como la evaluación de riesgos por el terremoto y las fugas de centrales nucleares que ha provocado. Ha asegurado que la OMS está profundamente “preocupada” y que está alertando sobre los peligros que puede presentar para la salud pública, aunque ha señalado que hay que intentar evitar la generación de pánico. En este sentido, ha destacado que además del tipo de material radiactivo, las dosis y otros factores como la edad y el tiempo de exposición determinarán las consecuencias. Así, una exposición aguda, muy cerca de la central, sería el caso más grave.
Neira ha dicho que la OMS comparte las medidas llevadas a cabo por las autoridades niponas como la evacuación en 20 kilómetros de radio de la central nuclear o que las personas permanezcan en sus casas con puertas y ventanas cerradas.
En cuanto a la distribución de pastillas de potasio yodado, que bloquean la glándula tiroides para que no absorban el yodo radiactivo, Neira ha indicado que sólo se puede hacer uso de ellas bajo estricta recomendación de las autoridades nacionales. En su opinión, la diferencia con el accidente nuclear de Chernobyl -ocurrido en Ucrania en 1986- es que la zona inmediata a las proximidades de la central de Japón han sido evacuadas.
Neira, que ha explicado que los mejores expertos en el mundo en temas de radiación y salud ambiental están en Japón, ha dicho que irónicamente la última reunión que celebró un grupo de 40 expertos hace un mes fue en Tokio, donde además se trataron temas de repuesta médica a este tipo de emergencias.
Ya son 3.676 los muertos y 7.558 los desaparecidos
Por otra parte, el balance de víctimas del terremoto de nueve grados en la escala de Richter que el pasado viernes sacudió el noreste de Japón ha ascendido a 3.676 muertos, que se reparten en doce prefecturas, y 7.558 desaparecidos, a los que se intenta localizar en otras seis, según ha informado este miércoles la Agencia Nacional de Policía.
Las autoridades esperan que estas cifras continúen subiendo, ya que en las últimas horas se han encontrado varios cuerpos en puntos de la costa nororiental, azotada por el tsunami que siguió al seísmo, según recoge la agencia de noticias Kiodo.
El elevado número de fallecidos ha complicado la identificación de los cuerpos, por lo que las academias policiales han comenzado a instruir a los agentes locales para que se ocupen de estas tareas, mientras que grupos de voluntarios han asumido la labor de informar a las familias.
Por su parte, las autoridades de inmigración han decidido enviar a los gobiernos locales toda la información disponible -incluidas las huellas dactilares- sobre los extranjeros residentes en Japón, para facilitar su identificación.
Entretanto, unas 530.000 personas se agolpan en los campamentos provisionales, la mayoría de ellas en las prefecturas de Miyagi, Iwate y Fukushima (noreste), las más afectadas por el terremoto. Sus dirigentes han adelantado las gestiones para construir 32.800 viviendas temporales.
Unos 80.000 efectivos -entre militares y policías- atienden la tragedia mediante la búsqueda de supervivientes, el traslado a los hospitales de los heridos y la retirada de escombros, entre otras cuestiones.
El combustible comienza a escasear, por lo que se ha priorizado el suministro a los vehículos de emergencia.