Que algunos ladrones hurtan productos alimenticios en los supermercados es algo de sobra conocido, pero muy pocas veces montan una tienda en su casa con los artículos que sustraen. Esto es precisamente lo que hizo una pareja en su chalé de Torrent. Los ladrones acabaron con sus huesos en un calabozo tras ser detenidos por la Policía Nacional de Ontinyent.

Mientras la mujer llenaba el carro de la compra con los artículos más caros del establecimiento, como productos ‘gourmet’, embutidos ibéricos y quesos curados, entre otros, el hombre vigilaba a los empleados y se encargaba de inutilizar los sistemas de alarma.

También se colocaba en la entrada para mantener las puertas abiertas mientras su pareja empujaba el carro repleto de alimentos. El valor de lo sustraído solía oscilar entre los 500 y 1.000 euros. Los ladrones actuaban en los días y horas de mayor afluencia de clientes, cuando los empleados estaban desbordados por el trabajo y apenas podían vigilar la salida del supermercado.

Con este método, la pareja robó un gran número de productos alimenticios en establecimientos -siempre de la misma cadena- de Teruel, Alzira, Algemesí, Cheste y Ontinyent, según informaron ayer fuentes policiales.

Pero la desfachatez del hombre de 37 años de edad y la mujer de 40 años no terminaba con los hurtos. Después exponían los artículos en su propio domicilio, un chalé de Torrent, para venderlos a precios muy por debajo de su valor real a vecinos, amigos y conocidos.

La Policía Nacional detuvo a la pareja en la localidad de Ontinyent. Tras interrogar a los ladrones y leerles sus derechos, los agentes les informaron también de la obligación de personarse en el juzgado cuando sean citados. Ambos tienen antecedentes policiales.