Normalmente son las empresas las que montan sus stands mientras los aspirantes a un puesto de trabajo deambulan de puesto en puesto esperando encontrar una oportunidad, pero Alain Gutton, tras pasar 7 meses en el paro, ha decidido dar la vuelta a la tortilla: “me dije que sería una buena idea organizar un salón con los papeles cambiados”, afirma desde su stand, “aquí es el empresario quien va en busca del parado”.

La idea surgió al pasar un día por delante del Parque de Exposiciones de París y ver un gran cartel que anunciaba un salón. Como buen director de marketing que es, Gutton puso manos a la obra: encontró un mecenas que le ofrece graciosamente los 5.000 metros cuadrados que ocupa a lo largo del día de hoy, ha colgado dos carteles gigantes de 90 m2 en el exterior, y espera pacientemente que lleguen los empresarios y jefes potenciales.

A primera hora de la mañana sólo tenía dos citas en la agenda, pero confía en que los que hayan oído hablar de su iniciativa, consideren la idea suficientemente genial como para ofrecerle un puesto de trabajo.

Para dar continuidad a la operación, ha creado una página web www.me-recruter.com, (contratar-me.com) en la que recoge el desarrollo del proyecto que sólo le ha costado cien euros.

De empleado a dueño de la empresa

Menos brillante, pero más efectiva (y afectiva) ha sido la idea de Alexandre, un camionero de Saint-Martin-des-Besaces (Calvados). Trabajaba en una empresa declarada en quiebra el pasado 29 de septiembre y condenada a desaparecer. Pocas semanas después le tocaron 10 millones de euros en la lotería. Podría haber optado por una tranquila jubilación anticipada, pero ha decidido invertir una parte de lo ganado en la adquisición del negocio salvando así 12 puestos de trabajo. La única diferencia, es que ahora el patrón es él, y su antiguo jefe ha pasado a ser un empleado más.