Hacienda vigilará a los ricos que declaran pocos ingresos
¿Personas cuya declaración de la renta está en la media y que, en realidad, tienen un yate y se pasean en coches de lujo por los que nunca pagaron impuestos? Sí que los hay. Y Hacienda va a perseguirlos. El Plan General de Control Tributario y Lucha contra el Fraude para 2011 pone el foco en quienes manejan mucho más dinero del que la lógica les atribuye en función del normal desempeño de su profesión o del que se colige de los datos que maneja Hacienda. Muchas veces son profesionales liberales; otras, incluso, parados que cobran su correspondiente prestación de la Seguridad Social mientras ocultan su verdadera fuente de ingresos.
No serán estos los únicos que sientan cerca el aliento de los inspectores. Según las líneas generales de ese programa de lucha contra el fraude, Hacienda tratará también de descubrir a los falsos autónomos y a aquellos que crean inmensas redes de empresas con el único fin de generar pérdidas y gastos inexistentes para declarar menos. La economía sumergida, la ingeniería financiera o las importaciones a precios ridículos son otros de los capítulos del plan.
La estrategia se centra en esos profesionales con mayor «riesgo fiscal» que viven con «signos externos de riqueza» o que, por el contrario, presentan «gastos desproporcionados» para el normal desarrollo de su actividad. La cooperación con las autoridades aduaneras, en busca de coches, helicópteros o cualquier otro artículo de muy alto lujo, servirá para atraparlos.
Al tiempo, Hacienda, que ya ha recibido del sistema financiero todas las operaciones superiores a 3.000 euros realizadas en 2010, prestará atención al manejo de billetes de 500 euros. Los inspectores también buscarán fraudes en las conocidas como cadenas de subcontratas que, bajo la apariencia de contratos sucesivos, tienen como único fin emitir facturas falsas que no corresponden a actividad alguna. En este punto, la colaboración con la Tesorería de la Seguridad Social y la Inspección de Trabajo serán esenciales.
Junto a esto, Hacienda pondrá el foco en los no residentes con negocios en España, los ya condenados por delito fiscal o los obligados tributarios en regímenes objetivos. La Agencia Tributaria se ha conjurado contra la economía sumergida, para lo que vigilará, entre otras cosas, aquellas declaraciones sorprendentemente bajas de personas que, en principio, deberían declarar más. Hasta se comprobarán los consumos energéticos altos o la presencia de datáfonos y terminales de pago en locales no declarados como comercios.
Importaciones de Asia
El organismo presidido por Juan Manuel López Carbajo elevará el control de las importaciones de bienes, sobre todo de Asia, e intensificará la lucha contra los entramados empresariales creados para evadir impuestos, declarar menos o blanquear dinero. Aquí, el programa apunta a la deslocalización artificial de rentas, patrimonios y a la falsa residencia de los contribuyentes fuera del ámbito de actuación de la Agencia Tributaria. «Las investigaciones se enfocarán en la detección de activos, depósitos y otros productos financieros fuera de España pero cuya titularidad real corresponde a residentes», dice el plan.
Hacienda adelanta que pondrá especial atención en las tramas de fraude del IVA en operaciones intracomunitarias, en especial en la compraventa de derechos de emisión de CO2. Como en los últimos años, el sector inmobiliario será uno de los más vigilados. El plan pone el acento en el seguimiento de insolvencias aparentes y de aquellas personas que utilicen de forma continuada empresas que se declaran en quiebra para no cumplir sus obligaciones tributarias.