El ex presidente de Gobierno Felipe González ha negado este jueves haberse “fijado” una “pensión vitalicia”, sino que, según ha explicado, en 1983, acordó con los también ex presidentes Adolfo Suárez y Leopoldo Calvo Sotelo una “asignación para gastos de oficina y alquiler, de ninguna una manera una pensión”, ha matizado.

Además, ha señalado que “todavía” no ha cobrado la pensión que le corresponde “desde que tenía 65 años” y ha asegurado que le “sorprende” que se monte “un escándalo” por haber aceptado un cargo en el consejo de administración de Gas Natural, “cuando ninguno de mis predecesores dejaba de tener esos ingresos por asesoramiento”.

Felipe González se ha pronunciado así en Valencia, donde ha impartido una conferencia bajo el título ‘Mi idea de Europa’, y luego ha participado en un mitin en la localidad de Burjassot.

El ex presidente ha indicado, asimismo, que “cuando se propone la reforma del sistema de pensiones se ha armado un lío monumental porque se dice que los más débiles son los que pagan la crisis”, sin embargo, ha esgrimido que “la demografía es un dato de la realidad”, por lo que considera “progresista” una reforma del sistema público de pensiones basada en la “solidaridad” y “no en la capitalización individual de cada pensión”.

En este sentido, Felipe González ha añadido que todos los que creen en este tipo de aportación “solidaria” y “progresista” deben “ser los más interesados en que el sistema público de pensiones sea sostenible dentro de 20, 25, 30 ó 40 años”.

En resumen, el ex presidente ha enfatizado el “impacto” provocado por el “envejecimiento de la población” en “la productividad del sistema”, así como “en el gasto”, por lo que ha instado a “revisar y hacer sostenible” el sistema público de pensiones.

“REFORMA SERIA DEL SISTEMA EDUCATIVO”

González ha ahondado también en los problemas a los que se enfrenta España y ha señalado, además del envejecimiento de la población, la formación de capital humano. A su juicio, no solo debe prestarse atención “a la calidad del título o a la cantidad de conocimiento”, también a encontrar una “oferta que añada valor”. A este respecto, ha animado a llevar a cabo “una reforma seria del sistema educativo desde la enseñanza básica hasta la universitaria”.

Asimismo, se ha referido a problemas europeos, como el “desafío energético enorme” que afecta a este continente, la necesidad de una “gobernanza económica dentro de la monetaria”, así como a una “gobernanza financiera a nivel global” y los diferentes “desafíos estructurales, que Europa lleva diez años intentando resolver”.

Para Felipe González, Europa está pagando un “precio superior” por la crisis económica que los países emergentes y que Estados Unidos debido a que “nuestras estructuras están obsoletas y nuestra pirámide demográfica se ha hecho muy mayor”.