Si el primer sábado de puertas abiertas en la Sagrada Família más de 20.000 personas visitaron el templo, lo de este sábado va camino de superar con creces esa cifra.Hacia las diez de la mañana la Guardia Urbana ha tenido que cortar la calle Mallorca debido al colapso provocado por la cola interminable de personas que querían disfrutar de la maravilla concebida por Gaudí.

Si la semana pasada la cola ocupaba una manzana, esta mañana, a primera hora, la cola ya ocupaba dos y seguía y seguía. El suburbano también daba fe de ello, pues la afluencia de pasajeros también era a primera hora muy superior a la de cualquier mañana de sábado.

El tráfico por estas calles, pues, es muy complicado. No solo se ha cortado la calle Mallorca cerca del templo, sino que por la calle de Lepanto solo hay un carril para coches, autobuses y taxis.

Parece que el boca oreja de los 20.000 visitantes de la semana pasada, el levantamiento de los tornos del peaje de 12 euros que normalmente cuesta la visita, y la extraordinaria imagen televisiva de la visita del Papa han atraído este fin de semana aún más curiosos por descubrir el bosque petrificado del genial Antoni Gaudí.