Las amenazas intimidatorias de Fiscalía surtieron efecto. La celebración de la Toma de Granada ha transcurrido con menos asistentes que otros años. Sin embargo las llamadas a rebato contra el evento, cientos de granadinos se manifestaron en la mañana del domingo a favor del acto en la Plaza del Ayuntamiento. Como se sabe, la Fiscalía amenazó a los asistentes con emprender acciones judiciales si exhibían símbolos proscritos por el sistema o entonaban frases políticamente incorrectas. Es decir, de apoyo a la unidad de España o a la familia cristiana. En previsión de altercados se había organizado un fuerte dispositivo de seguridad que, sin embargo, no impidió a los manifestantes del otro banco proferir gritos contra España y exhibir símbolos pertenecientes a la II República, causante de la guerra civil española.

Una celebración rápida y vestida de aparente normalidad en la que al principio y en un acto insólito, el teniente general jefe del Madoc se acercó a los grupos radicales de izquierda para agradecerles la tranquilidad con la que se estaban manifestando, recordando los hechos del año pasado cuando Francisco Puentes se acercó a los manifestantes para recriminarles por sus insultos contra los símbolos de España allí representados.

Después del recorrido del pendón por la ciudad, el grupo de radicales, en unión de algunos musulmanes, lanzaron insultos en contra de la tremolación del pendón. Si aquel levantara la cabeza…