Un cuarto. Apenas diez minutos. Ese fue el tiempo que duró la resistencia del Real Madrid en el Palau azulgrana en un nuevo baño del Barcelona a su eterno rival. Nada nuevo si nos atenemos a que el equipo catalán ha ganado diez de los últimos once duelos y si recordamos la soberana victoria de hace tres meses en la Supercopa española (89-55).

Salió el Barça concentrado en defensa y en ataque para demostrar que con Navarro recuperado de su lesión se convierte en una apisonadora. Despejaron las dudas del mes anterior y apartaron a los de Messina de las zonas interiores para establecer un parcial 11-3 a su favor y la salida de Felipe Reyes por dos faltas personales.

Paradójicamente la marcha del pívot cordobés trajo una pequeña reacción de los de Messina con Tomic y Tucker hasta que Sada enfrió los ánimos con un nuevo triple. El buen hacer de los de Pascual provocó cinco pérdidas de balón de los visitantes, varios fallos de Llull y Carlos Suárez en ataque y un primer cuarto cerrado con una ventaja que sería abismal a largo plazo (27-15).

Tras el gran inicio azulgrana, los de Pascual gestionaron sus beneficios con el Madrid arrastrando el lastre de los minutos y la inútil tarea de buscar la remontada.

BARCELONA-REAL MADRID 95-75

Barcelona: Rubio (2), Navarro (14), Grimau (13), Lorbek (13), Perovic (8) -equipo inicial-, Sada (6), Lakovic (17), Vázquez (8), Inglés, Anderson, Morris (12) y Ndong (2).

Real Madrid: Prigioni, Llull (10), Suárez (3), Reyes (11), Fischer (11) -equipo inicial-, Tomic (8), Velickovic (6), Garbajosa, Tucker (13), Rodríguez (13) y Mirotic.

Parciales: 28-15, 21-19, 21-25 y 21-20.

Árbitros: Hierrezuelo, Conde y Peruga. Eliminaron por cinco faltas personales a Anderson (min. 38) y a Grimau (min. 38).

Cancha: Palau Blaugrana (7.411 espectadores).