Se acumulan los casos relacionados con el dopaje en el deporte español, mirado con recelo desde todos los rincones del planeta por sus sonados, continuados y variopintos éxitos. Este año que concluye quedará marcado por la sombra de esta lacra que pone en entredicho a los grandes campeones. Uno de los más perjudicados ha sido Alberto Contador. Después de confirmar su reinado en el ciclismo durante 2010, tras lograr su tercer Tour de Francia, el madrileño se ha colocado en el punto de mira por el caso del clembuterol o del solomillo. Seis meses después de aquel positivo en un análisis de orina, todavía no se conoce el veredicto. La imagen del héroe de Pinto, que luchó contra un cavernoma cerebral, ahora queda marcada por las dudas y las trampas.

La Unión Ciclista Internacional (UCI) pasó el caso a la Federación Española (RFEC), pero advirtió que si no le gustaba la resolución, trasladaría el caso al Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS). Cabe recordar que fue este organismo el que sancionó a Alejandro Valverde por dopaje. En cualquier caso, el dopaje sigue envolviendo al ciclismo español. Termina un 2010 en el que no solo Contador ha sido el gran protagonista. El luxemburgués Andy Schleck, segundo en la ronda gala, y los italianos Ivan Basso y Vinzenzo Nibali, ganadores del Giro y la Vuelta, respectivamente, también han tenido sus momentos de gloria.

Durante el pasado Tour de Francia, Contador protagonizó una bonita batalla con Schleck por reinar en los Pirineos, en la que el aspirante plantó cara al actual campeón. No obstante, el espectáculo que ambos ofrecieron quedó empañado por el positivo del madrileño, el pasado 21 de julio. Cuatro días antes de rodar triunfalmente en los Campos Elíseos, al de Pinto le detectaron en su organismo una pequeña dosis de clembuterol. La sustancia era mínima y apenas habría provocado beneficio alguno en el rendimiento del corredor, pero era suficiente para condenarlo.

El español, que acaba de cumplir 28 años, atribuyó la presencia de esa sustancia a una «intoxicación alimenticia», que justificó posteriormente por haber comido carne en mal estado con una sustancia ilegal en el deporte y cuyo uso en la industria alimentaria queda totalmente prohibido en la Unión Europea.

«Un problema con el dopaje»

Contador espera una resolución que todavía no llega y que le podría hacer perder su tercer Tour, además de cumplir dos años de suspensión aunque el ciclista haya amenazado con retirarse. Sin embargo, su situación tiene visos de acabar más tarde que pronto. Porque a la decisión de la organización regidora de la disciplina en España pueden presentar recursos la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) y la UCI. Entre tanto, desde el anuncio de su positivo, Contador está suspendido, lo que no le impide preparar 2011 con su nuevo equipo, Saxo Bank.

Durante su Navidad más triste desde que es deportista profesional, Contador se ha refugiado en su familia para recuperar el ánimo y la autoestima. Desde su entorno aseguran que está fuerte y sigue entrenándose a diario para no perder la forma. En su último ‘twitter’ plasma sus buenos deseos para 2011. «El año que viene será histórico. ¡Querer es poder! ¡Feliz Navidad! No van a ser mis mejores Navidades, ni las más tranquilas, pero confío que la coherencia, la ética y la verdad prevalezcan para que se haga justicia», sostiene en su mensaje el madrileño.

Al ‘caso Contador’ se unieron poco después las dudas de Ezequiel Mosquera y David García. El primero, segundo en la Vuelta a España, dio positivo por hidroxietil almidón mientras que al segundo se le encontró EPO (eritropoyetina) en una muestra. Además, Alejandro Valverde, ganador de la ronda española en 2009, fue suspendido por el TAS durante dos años por su vinculación con la ‘operación Puerto’.
Tras estos positivos en los ciclistas españoles, que generaron el 50% de los casos, el presidente de la UCI, Pat McQuaid, señaló que «España tiene un problema con el dopaje». Además, las autoridades noruegas les acusaron de estar «arruinando» la disciplina en la que este año también han triunfado Thor Hushovd y Fabian Cancellara durante el pasado Mundial de Australia.

Hubo ciclistas y ex corredores que hablaron sobre el tema sin pelos en la lengua. Caso del estadounidense Floyd Landis, que perdió su victoria en el Tour de 2006 por consumo de testosterona, y que acusó también de participar en la trampa, en declaraciones hechas a los medios de comunicación, a sus ex compañeros Lance Armstrong, Levi Leipheimer y George Hincapié.