El Málaga cayó en su estadio en un pésimo partido de los hombres de Pellegrini. El equipo exhibió todo un catálogo de carencias y tampoco dispuso de la intensidad y la ambición necesarias para doblegar a un contrincante irregular, pero de mayor nivel futbolístico. Volvió a ser muy endeble en defensa, mientras que en ataque apenas existió.

Una amplia renovación de la plantilla se perfila como la única solución para buscar la permanencia como primer paso para comenzar el crecimiento deportivo propuesto por el jeque Abdullah Al-Thani. La imagen ofrecida ayer por el Málaga supone otro paso atrás en la mejora experimentada tras la llegada del entrenador chileno. Tiago, en dos ocasiones, y Domínguez se bastaron para doblegar a un rival muy inferior que naufragó otra vez en su estadio.

Pellegrini revolucionó el equipo en la defensa y el centro del campo. Hélder Rosário, en su debut esta temporada; Manu, Juanito e Iván formaron parte de un once titular circunstancial por las numerosas ausencias. Pero desde el primer instante se comprobó que la fórmula elegida no funcionaba. Carecía de profundidad y el centro del campo apenas ejercía su labor creativa. El ataque, mientras tanto estaba completamente desasistido, basando sus opciones solo en el trabajo, las recuperaciones de balón y el choque.

Desde el arranque del choque el Málaga careció de recursos para tan siquiera acercarse a la meta rival. Las únicas opciones se centraban en los siempre peligrosos lanzamientos a balón parado de Duda. Pero este recurso tampoco funcionó, lo que dejaba al equipo blanquiazul expuesto frente a un Atlético irregular, pero de gran potencial. De hecho, justo en el ecuador del primer periodo se adelantó el conjunto visitante por medio de Tiago, que remató una falta sacada por Simao. Su remate fue excesivamente cómodo.

El Málaga no pudo ni siquiera reaccionar. Siguió a merced de un Atlético que seguía aproximándose con peligro a la meta de Rubén. El único susto a De Gea se lo dio, cómo no, Duda en un lanzamiento de falta que estuvo a punto de entrar. El público, mientras tanto, que silbó a Iván repetidamente después de varios errores, esperaba un cambio en el segundo periodo. Y se produjo. Pellegrini dejó en la caseta a los canteranos Manu e Iván, dando entrada a Portillo y Fernando. Eliseu pasó al lateral izquierdo.

El arranque de la reanudación fue prometedor, con un Fernando muy activo y un equipo malaguista más ambicioso. Hubo varias aproximaciones, con dos oportunidades para Rondón, pero la fuerza inicial se fue diluyendo con el paso de los minutos y el once de Pellegrini volvió a quedar en manos del Atlético, que sentención ante una inocente defensa local con goles de cabeza de Domínguez y otra vez Tiago.

Los aficionados acabaron muy molestos con el equipo malaguista, que volvió a caer en casa de una forma contundente. El equipo se mantiene, como es lógico tras la derrota en zona de descenso.