El entrenador de la atleta Marta Domínguez, César Pérez (c), sale del Juzgado de Instrucción número 24 de Madrid, donde la titular del mismo toma hoy declaración a la mayoría de los catorce detenidos.

La trama de dopaje deportivo encabezada por el doctor Eufemiano Fuentes y en la que está involucrada la atleta Marta Martínez ya está cercada por la justicia. Todos los implicados que declararon este domingo en el Juzgado de Instrucción número 24 de Madrid fueron puestos en libertad, pero con cargos, con la obligación de comunicar de inmediato el cambio de domicilio si este se produjera.

Ya están acusados, no sólo por la Guardia Civil, sino también por los tribunales, de formar parte de una red organizada de dopaje, como presuntos autores de un delito contra la salud pública por tráfico de sustancias estupefacientes. También pudieran ser acusados de un delito de blanqueo de capitales, como se anunció el pasado jueves, cuando estalló la ‘operación Galgo’ que ha golpeado el atletismo y ha vuelto a poner en duda los éxitos del deporte español.

Marta Domínguez declarará en las próximas horas en Palencia, “mientras se investigan las cuentas y patrimonio de los imputados y se llevan a cabo los pertinentes análisis de las sustancias intervenidas”, según confirmó el Tribunal Superior de Justicia de Madrid.

Las seis personas puestas a disposición judicial que prestaron declaración en los juzgados de la Plaza de Castilla fueron liberadas sin fianza, pero están inmersas en un escándalo sin precedentes en el mundo del atletismo español y se enfrentan a penas de cárcel de entre seis meses y dos años. En el mismo caso se encuentra, a la espera de ofrecer su versión, la mejor atleta española de todos los tiempos, sospechosa de suministrar productos prohibidos en el marco de una trama especializada en distribución de drogas y transfusiones de sangre. Por el momento, a casi de la mitad de los 14 detenidos el jueves ya se les imputan cargos castigados con prisión. Se trata del doctor Fuentes; el laureado técnico Manuel Pascua Piqueras; el ex ciclista Alberto León; el entrenador de Marta, César Pérez; el mánager de la palentina, José Alonso Valero; y el atleta y fisioterapeuta Alberto García, que apuntó este domingo al dopaje en otros deportes. “Vivimos en un país que sólo quiere medallas y en el que hay mucha hipocresía. En otros deportes no interesa entrar”, denunció el corredor vallecano que dio positivo por EPO hace siete años.

Alberto García, puesto a disposición de la justicia “a título voluntario”, fue el único de los implicados que quiso realizar declaraciones públicas a lo largo de una intensa jornada iniciada a las nueve de la mañana y que culminó a las cinco de la tarde con la salida a la carrera de los juzgados, huyendo de los periodistas, de Eufemiano Fuentes y su abogado, Julián Pérez Templado, para tomar un taxi. Al mismo tiempo, Manuel Pascua Piqueras se subía a un vehículo de alta cilindrada que arrancó derrapando desde el Paseo de la Castellana. También habló César Pérez, encapuchado y sin micrófonos, para limitarse a declarar su inocencia e insistir en el secreto del sumario. “Estoy libre. Si es con cargos, ya se verá”, declaraba el entrenador de Marta al filo de las doce del mediodía.

Cinco horas después, la juez emitía el primer veredicto que pone contra las cuerdas a los principales cabecillas de una red que ha atrapado a atletas, médicos, técnicos y representantes, mientras se intenta averiguar a cuántos deportistas ha alcanzado. De momento, el único discípulo de Pascua Piqueras que ha admitido ante las autoridades haberse dopado es el atleta de origen etíope Alemayehu Bezabeh.

“Sólo falta la rata”

Cuando se le preguntó a Alberto García si él también era consciente de las sospechas de dopaje generalizado en la ‘cuadra de Pascua Piqueras’, y en el atletismo español en pleno, el vallecano se mostró elocuente: “Yo soy atleta y nunca voy a hablar mal de mis compañeros”. “`A usted le habrán ofrecido doparse más de una vez!”, le espetaron. “Cometí un error, pero no me gusta hablar de dopaje”, respondió el corredor a quien el jueves se le requisó un ordenador portátil con diversa documentación y el jueves pasó la noche en el calabozo, “donde sólo faltaba la rata”.

“Yo estoy aquí de paso”, llegó a decir el campeón de Europa, el amigo íntimo de Marta Domínguez que afirma no haber tenido ninguna relación con Fuentes y Pascua.

“Lo que más me duele es que se haya dicho que soy traficante y que hundan mi carrera de ‘fisio'”, aseguró Alberto, quien se emocionó al recordar a su padre muerto hace medio año. “No puedo hablar de Eufemiano ni de Marta, pero mi nombre ya está manchado sin haber hecho nada”, lamentó. En la misma línea, el abogado del doctor Fuentes insistía a primera hora de la mañana en la “inocencia” del ginecólogo canario al mando de la ‘operación Puerto’ del ciclismo de hace cuatro años y medio y según las pruebas ha continuado liderando un estudiado plan de dopaje para deportistas de alto nivel. “No se ha encontrado nada en su casa. Ni bolsas de sangre ni nada. Eufemiano está fuera de todo este caso.
Ejerce su profesión en Las Palmas y se ha visto implicado porque cada vez que se habla de temas de dopaje está salpicado por su implicación en la ‘operación Puerto”, afirmó el letrado Pérez Templado.