El caos aéreo golpea al turismo
Unos pocos cientos de personas han conseguido, gracias a su posición de privilegio en la ordenación del tráfico aéreo español, secuestrar los planes de ocio de cientos de miles, frustrando de paso las expectativas de negocio de la principal industria de la Costa del Sol en el puente más largo del año. En menos de 24 horas -entre las 18.00 del viernes y las 15.30 del sábado, el tiempo en que el espacio aéreo español permaneció cerrado-, la huelga salvaje de los controladores ha golpeado duramente al único sector que aguanta el tipo en la economía malagueña, el turismo.
A la espera de un recuento de daños a nivel local, la patronal de las agencias de viajes Aedave calcula que a nivel nacional el sector turístico nacional dejará de ingresar 250 millones de euros durante este puente. Las aerolíneas, por su parte, cuantifican unas pérdidas de entre 60 y 80 millones de euros diarios.
Y es que pese a que el tráfico de aviones está volviendo poco a poco a la normalidad tras la intervención del Ejército y la declaración del estado de alerta, el daño ya está hecho, puesto que miles de personas que deseaban pasar estos días festivos en la provincia no han podido llegar a su destino, amén del perjuicio a la imagen del destino turístico español y de la Costa del Sol en particular.
Después de la tarde-noche del viernes, en la que se registraron 28 cancelaciones de vuelos en el aeropuerto de Málaga, más de 25.000 pasajeros se vieron ayer afectados por cancelaciones o retrasos en vuelos que debían salir o llegar al Pablo Ruiz Picasso, recinto que permanecía desde la noche del viernes atestado de personas pendientes de las pantallas y los avisos de megafonía.
162 cancelaciones
De los 216 trayectos programados para el día de ayer en la terminal Pablo Ruiz Picasso, tres cuartas partes (77 llegadas y 85 salidas) fueron cancelados. El resto sufrieron retrasos de diversa magnitud, pues pese a que el tráfico aéreo se restableció poco después de las tres y media de la tarde, la normalidad no se recuperará del todo hasta que pasen entre 24 y 48 horas, según fuentes de Aena. De hecho, hasta las nueve de la noche de ayer sólo 33 aviones habían despegado o aterrizado desde Málaga. Y es que para las aerolíneas no ha sido fácil reorganizar sus frecuencias y reubicar a sus pasajeros, a lo que suma el hecho de que compañías como Iberia, Spanair, Air Europa y Ryanair habían decidido no volver a volar hasta el día de hoy.
Desde Aena confirman, por otra parte, que los controladores malagueños permanecieron en sus puestos sin sumarse a la huelga encubierta de sus compañeros en otros puntos del país, aunque sin poder trabajar hasta el sábado por la tarde debido al cierre del espacio aéreo.
La paralización del tráfico de aviones justo al inicio del puente más largo del año ha golpeado de lleno a la principal industria de la Costa del Sol. El sector turístico se había preparado a conciencia para estos días festivos, que coinciden con la época en que muchos turistas extranjeros, sobre todo del Reino Unido y Alemania, programan sus vacaciones invernales. De hecho, buena parte de los vuelos internacionales programados para este fin de semana proceden de dichos países europeos.
La patronal hotelera, Aehcos, esperaba una ocupación media de entre el 55 y el 60% en la provincia durante estos días. Aún no se han cuantificado las cancelaciones de reservas pero los daños «van a ser cuantiosos», según avanzó ayer el presidente de dicha asociación, José Carlos Escribano, que remarca que los principales clientes de los hoteles de la Costa del Sol en estas fechas «son británicos y alemanes, que llegan en avión». «Independientemente de la incidencia económica, que va a ser grande, este caos va a tener un coste muy importante en cuanto al deterioro de la imagen de marca de la Costa del Sol», añadió.
De «catástrofe» para el sector tildó ayer la situación el consejero de Turismo, Comercio y Deporte, Luciano Alonso, quien expresó la «extraordinaria preocupación e indignación» de la Junta de Andalucía ante «un grupo de personas minoritarias y privilegiadas que por defender unos derechos absolutamente inaceptables están perjudicando a la mayoría». «Y nos perjudican desde el punto de vista económico y de la creación de puestos de trabajo», insistió. En esta interpretación coincidió con el secretario general de Turismo y Comercio, Joan Mesquida, que reconoció ayer que el caos aéreo provocará un impacto económico «muy negativo» en el sector turístico. «Esta situación ha destrozado el puente», añadió.
El sabotaje de los controladores aéreos ha echado a perder la intensa labor promocional realizada en los últimos meses por Turismo Andaluz en diversos países europeos, sobre todo en las islas británicas, donde a raíz de la pasada World Travel Market se acometió una agresiva campaña en cinco ciudades para llegar a 11 millones de potenciales turistas. El sector turístico preveía recoger los frutos de ese esfuerzo promocional en estas fechas, pero el caos aéreo lo va a impedir en buena medida. «Sólo en los aeropuertos de Londres se han quedado 20.000 personas que querían viajar a España, muchas de ellas a Andalucía y la Costa del Sol», lamentó Alonso.
Imagen dañada
El consejero afirmó que será necesario «reforzar de nuevo nuestra imagen, porque unos cuantos han querido deteriorar el prestigio de todo un país». En este sentido, anunció una campaña «que jamás se había hecho antes» para promocionar Andalucía como destino turístico navideño en España, Portugal, el Reino Unido, Francia e Italia.
Por su parte, el presidente del Consejo de Turismo de la CEA, el empresario malagueño Miguel Sánchez, lamentó la «salvaje y drástica» postura adoptada por el colectivo de controladores, señalando que el paro «ha afectado muy negativamente» al sector hotelero tanto andaluz como nacional, que esperaba al puente de la Constitución «para recuperar la ocupación». Miguel Sánchez lamentó «la mala imagen dada al mundo entero» y «la cantidad de gente que hemos conseguido cabrear». «Es una verdadera pena ver a la gente tirada en los aeropuertos españoles debido a la canallada perpetrada por los controladores», apostilló, vaticinando que el caos aéreo «afectará tremendamente a corto y medio plazo» al sector hotelero, pues «la gente ha perdido la confianza y se ha ido espantada».
Sin embargo, no hay mal que por bien no venga. Los hoteles de Málaga capital se han visto beneficiados por la debacle aeroportuaria. De tener una ocupación prevista del 70%, pasaron ayer a situarse al 90% de su capacidad tras recibir tanto a pasajeros afectados por las cancelaciones de vuelos en el aeropuerto malagueño como a las personas que tomaron la ciudad como alternativa de última hora para pasar el puente de la Constitución.
Las consecuencias de este conflicto inédito en los aeropuertos españoles no se quedan sólo en los hoteles. Todos los servicios auxiliares del sector turístico esperaban como agua de mayo este puente para hacer caja antes del largo invierno que se avecina, pero sus expectativas se han visto frustradas. Así, los taxistas malagueños aseguran haber dejado de ingresar 40.000 euros. «Ha sido un impacto tremendo, puesto que ha coincidido con la antesala del puente, que tenía previsiones muy buenas, pero muchas personas que tenían previsto venir a Andalucía habrán cambiado de planes», aseguró el presidente de la Federación Andaluza de Autónomos del Taxi, Miguel Ruano. Ahora, a éste y otros tantos colectivos implicados en el negocio turístico sólo les queda cruzar los dedos para que la normalidad vuelva con rapidez a los aeropuertos.