Los mercados creen que el contagio de Irlanda es inevitable si España no anuncia reformas inminentes
La presión de los mercados sobre España no cede, porque consideran que el contagio de la situación de Irlanda es inevitable si no se anuncian reformas inminentes, y la prima de riesgo escaló durante la jornada de ayer a nuevos máximos desde la creación del euro, al superar en algunos momentos los 310 puntos. Responsables económicos reaccionaron en tromba contra este deterioro.
La vicepresidenta Elena Salgado, desde Gerona, sugirió que la postura de Alemania y Francia -defensores de que agentes privados asuman el coste de eventuales rescates de países del euro en dificultades a partir de 2013- está alimentando las turbulencias. España está en contra de esta fórmula, y solo estaría dispuesto a contemplarla «en último extremo y en situaciones excepcionales».
Mucho más cauto se mostró el número dos de su ministerio. José Manuel Campa consideró innecesario actuar frente a las fluctuaciones del mercado «de uno o dos días», e intentó desmontar las teorías de quienes defienden la conveniencia de un rescate. ¿Para qué quiere España financiación a dos o tres años a los precios que están alcanzando las ayudas -por encima del 7%- cuando el coste medio de la deuda viva tiene un coste muy inferior y no estamos necesitados de recursos urgentes?, se preguntó. Defendió que, en el corto plazo, el Tesoro tiene una posición cómoda para financiarse hasta finales de año. Tanto Salgado como Campa se mostraron conscientes de que la mejor manera de hacer frente al apremio de los mercados consiste en aplicar con urgencia las reformas pendientes. Pero ninguno de ellos asumió la responsabilidad de las demoras. Ambos reprocharon a la oposición su falta de apoyo. En la Comisión de Economía del Congreso, José Manuel Campa abogó por los cambios en el sistema de pensiones, que consideró «la medida por excelencia» capaz de generar confianza, y censuró que el grupo popular ya se haya manifestado en contra de sacarla adelante por consenso.
El secretario de Estado también salió al paso de las acusaciones de lentitud en los procesos de concentración de cajas de ahorros. «Ya está bien» de esas denuncias, se quejó, y evocó ejemplos del sector privado. Desde la reforma de la ley de cajas hasta el plazo final marcado por el Banco de España -el 24 de diciembre de este año- van a transcurrir seis meses, cuando el grupo Santander, todo un ejemplo de eficiencia, necesitó un plazo similar, de julio a noviembre de 2004, para absorber el Abbey británico.
Compra de deuda
Campa también hizo frente a las voces que, desde el Partido Socialista, postularon fórmulas menos comprometidas para combatir la presión de los mercados. El ex presidente Felipe González reclamó que el Banco Central Europeo compre deuda de países de la zona euro como hace la Reserva Federal. Y sugirió que esa fórmula podría evitar el rescate de alguno de los socios del euro, en clara referencia a Portugal, al que no citó. El secretario de Estado de Economía defendió que el BCE «es independiente y hará lo que crea que es mejor para el euro y la estabilidad financiera».
Por su parte, el comisario europeo de Competencia, Joaquín Almunia, que días atrás se hizo eco de las dudas de los mercados sobre la voluntad del Ejecutivo de Rodríguez Zapatero de «poner sobre la mesa» algo más que las reformas simplemente anunciadas, dijo que el Gobierno español «está haciendo lo que debe hacer» para recuperar la confianza y merece, por ello, el respeto tanto de sus socios europeos como por parte de todas las fuerzas políticas.
El comisario mencionó la reforma del sistema financiero, las actuaciones para mejorar el mercado de trabajo y el compromiso para acometer los cambios en el sistema de pensiones. «Es difícil, pero lo está haciendo», remarcó.
Reflejo de las tensiones de las últimas jornadas fue la sesión de los mercados de valores. El Ibex-35 de la Bolsa de Madrid cerró con una pérdida del 0,62%, y ya acumula un retroceso del 22,4% en lo que va de año. La caída del mes de noviembre, uno de los más negros desde la quiebra de Lehman Brothers en el aciago septiembre de 2008, ha sido del 14,28%.