El ajuste de Irlanda contempla el despido de 24.750 funcionarios, la rebaja del salario mínimo y la subida de impuestos
El nivel de vida de la mayoría de los irlandeses va a cambiar a peor en los próximos cuatro años. Ese es el panorama que dejará el drástico calendario de ajustes que ha aprobado el Gobierno para poder acceder a la ayuda de la Unión Europea, del Banco Central Europeo y del Fondo Monetario Internacional.
El débil Ejecutivo de Brian Cowen ha dado luz verde al “Plan de Recuperación Nacional” para los próximos cuatro años que prevé recortes de 3.000 millones de euros en las prestaciones sociales, entre ellas la rebaja del salario mínimo, el ahorro de 1.200 millones a través de la eliminación de 24.750 puestos de funcionarios y una subida generalizada de los impuestos.
El que se verá más afectado es el del IVA, que de forma progresiva llegará al 23% en 2014. El que no se toca es el de Sociedades, que seguirá en el 12,5% pese a las críticas de algunos socios europeos de Irlanda, que lo consideran como competencia desleal.
El primer ministro irlandés ha asegurado al presentar el plan que las medidas tienen como objetivo recuperar la “confianza de la ciudadanía” y demostrar que el país tiene “futuro”. El “40% de los contenidos” de este paquete de medidas, que contempla recortes por un valor de 15.000 millones de euros para lograr reducir el déficit público hasta el 3% del Producto Interior Bruto (PIB) en 2014, debe ser alcanzado en 2011, ha indicado Cowen. De esos 15.000 millones de recorte hasta 2014 en busca del equilibrio de las cuentas públicas, 10.000 millones corresponderán a una reducción del gasto público y los otros 5.000 millones a la mayor recaudación por impuestos.
La primera fase de ese plan echará a rodar el próximo 7 de diciembre en el Parlamento con la presentación de los presupuestos generales para 2011, cuya aprobación es clave para que Irlanda pueda acceder al rescate financiero de la UE y del FMI.