El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, conseguirá aguantar hasta el final de la legislatura, en la primavera de 2012, gracias al apoyo de PNV y Coalición Canaria y al fracaso del Partido Popular a la hora de aprovechar la crisis económica, dijo el viernes el dirigente de CiU Josep Antoni Durán i Lleida.

Tras seis años en el poder, Zapatero ha perdido popularidad a medida que la economía cayó en la crisis, y hoy al paro afecta a uno de cada cinco españoles. Las últimas encuestas sitúan al PP con una ventaja de entre ocho y 13 puntos.

Pero ha evitado una moción de censura en el Congreso, tras cerrar un acuerdo de estabilidad con los nacionalistas vascos y los canarios que le permitió aprobar los Presupuestos Generales del Estado para el año que viene, así como otras reformas.

“Estoy convencido de que sí (llegará hasta la primavera de 2012), porque en primer lugar, la pieza básica de cualquier política gubernamental es el presupuesto, por tanto ya tienen en este sentido un año de vida; los próximos presupuestos se prorrogan, y se convocan elecciones en febrero o marzo (de 2012), que es cuando tocaría el final de legislatura”, afirmó Durán i Lleida, portavoz de CiU en el Congreso, en una entrevista con Reuters. Añadió que el pacto del Gobierno con PNV tiene vida más allá del Congreso de Madrid porque el PNV necesita el apoyo de los socialistas en las diputaciones forales.

Las dudas acerca de si Zapatero lograría terminar la legislatura empezaron a circular después de que impusiera medidas de austeridad en un intento de controlar el enorme déficit presupuestario. Los costes de financiación de España se han disparado ante el temor de los inversores a que pueda seguir a Grecia e Irlanda en una crisis de deuda.

Los sondeos sitúan a Durán – cuyo partido tiene diez escaños en el Congreso y que se ha abstenido en algunas votaciones importantes, como la de la reforma laboral – como el político mejor valorado de España, pero él dice que esa popularidad – apoyada en su habilidad negociadora – es una mala noticia para el PP, porque supone que su líder, Mariano Rajoy no ha sacado partido de la frustración de los españoles con la economía.

“Rajoy no ha sido capaz de presentarse como alternativa. Es un hecho muy significativo que sea un político catalán, y que está limitado a Cataluña, el que sea el político más valorado de España — algo falla”, afirmó, en referencia a su valoración.

Las encuestas que dan al PP como ganador de unas elecciones también dicen que tres de cada cuatro españoles desaprueban la gestión de Rajoy al frente de la oposición, y analistas políticos dudan de que sacara una mayoría que le permitiera gobernar sin apoyos. Durán señaló que los votantes no comprenden por qué el partido de centroderecha ha votado contra leyes, como el plan de austeridad, que normalmente apoyaría.

ELECCIONES CATALANAS

Los sondeos también dan a Convergencia i Unió como ganadora de las elecciones autonómicas del 29 de noviembre por delante de los socialistas, que han gobernado dos legislaturas en coalición, aunque sin mayoría absoluta.

Si CiU no logra la mayoría absoluta, ello podría suponer un factor favorable para Zapatero, al permitirle apoyar iniciativas de los convergentes a nivel catalán a cambio de su apoyo a nivel nacional para la reforma de las pensiones.

Para que España mantenga la credibilidad en los mercados y convenza de que va en serio a la hora de querer recortar el déficit, el presidente del Gobierno debe cumplir su promesa de reformar el sistema de pensiones.

Durán dijo que CiU está dispuesta a negociar un apoyo para esta reforma, pero criticó duramente a Zapatero por no haber buscar consenso ni consultar con otros partidos antes de presentar esta y otras iniciativas. Por ejemplo, mencionó la propuesta de retrasar la edad de jubilación de los 65 a los 67 años.

“El Gobierno se equivoca cuando presenta propuestas sin negociarlas con otros partidos políticos. Insistir en subir la edad de la jubilación no es correcto cuando en España la edad real de jubilación son 62 ó 63, por eso lo primero que hay que conseguir con una reforma es que se cumpla lo de los 65”.

En cuanto a Cataluña, dijo que aunque su partido quiere un mayor control de la Generalitat sobre sus ingresos fiscales, en un primer momento no presionarán sobre esta cuestión si ganan los comicios autonómicos.

“Primero está la crisis económica, en estos momentos de crisis sería difícil entrar en este tema. Pero eso no implica que no lo hagamos en un futuro (…) el Estatuto (de Cataluña) ha llevado a una frustración, y tú no puedes llevar a tu ciudadanía a una frustración tras otra”.

El actual modelo de financiación da a cada comunidad autónoma el control sobre el 25 por ciento de sus propios ingresos fiscales, mientras que el 75 por ciento restante se suma y se divide entre todas según su población.

Cataluña ha reclamado tradicionalmente más control sobre sus ingresos, argumentando su mayor peso relativo en la economía – casi un 20 por ciento – y el concierto económico del País Vasco y Navarra.