Martínez Aguayo esconde la verdad de la rebelión de funcionarios y laborales
Las últimas declaraciones miserables de una médica metida a consejera de Economía y Administración Pública, en las que arremete contra la movilización general de los funcionarios y laborales indicando que el origen está en los recortes los salariales son una mentira falaz y malintencionada. El PSOE lleva años denostando y socavando la función pública andaluza, llevando a la sociedad una imagen de los empleados públicos – funcionarios y laborales- de privilegiados y de mimados sociales a los que hay que enterar vía Decretos y Decretos-Leyes que van desde la bajada de salarios a la introducción de una administración paralela creada durante el régimen.
Pero no contaban con que ambos colectivos de trabajadores se alzaran contra la injusticia y contra la mentira. No tragaban un decretazo cocinado a sus espaldas que viene a menoscabar su trabajo y su prestigio. Durante largos 25 años han aguantado en silencio la externalización de la Administración Pública andaluza. Pero hoy han dicho basta. Hasta aquí aguantamos. Hay más movilización contra el decretazo que contra la bajada salarial, cuyo movimiento estuvo encabezado por unas centrales sindicales mayoritarias autodenominadas de clase cada vez más desprestigiadas en el ámbito de lo público. Hoy los empleados públicos empiezan a autogestionar sus movilizaciones en un hecho absolutamente insólito de la democracia española y hasta en Europa.
La ilustre consejera se olvida, convenientemente, que tiene empantanado y paralizado desde hace tres años la negociación abierta del VII Convenio Colectivo del personal laboral de la Administración de la Junta de Andalucía con la complicidad de las centrales sindicales. Un convenio que tiene a 25.000 trabajadores laborales de la Junta de Andalucía abandonados a su suerte. Además también olvida, en esa amnesia interesada, que tiene congelados los procesos concursales del personal laboral, mientras cubre plazas mediante esa administración paralela. Ahora aparece este Convenio Colectivo como por arte de magia en los Acuerdos cerrados con UGT y CC.OO como una especie de Convenio paraguas para todos y todas. Barra libre que paga el ciudadano.
Y cuando todo falla, la culpa la tiene el PP. Este partido es al que ahora hay que demonizar porque está detrás de todo, en otra nueva mentira urdida por unos asesores que les llevan directos a la puerta de salida de San Telmo las próximas elecciones. Nunca – ni con Borbolla ni Chaves – hubo un gobierno en Andalucía tan soberbio y tan incapaz de reconocer sus errores, que ha buscado aliados pactando lo imposible con dos sindicatos excesivamente subvencionados por el Estado y las Autonomías. Como colofón, ahora al líder de UGT-A quiere asumir su papel de cómplice total con el gobierno de Griñán y le da por escupir hacia arriba y recordar una breve historia de la función pública donde ellos fueron protagonistas de primera fila.
Lo último de nuestro partido gobernante es que quieren ligar salarios a la productividad. El personal laboral de la Junta cobra una media de 72 euros cada 4 meses, a diferencia de colectivos que superan los 3.000 euros. ¿A cuánto asciende la productividad de los altos cargos? Es un misterio mayor que el de la Santísima Trinidad. Pero podemos decirle a Griñán que si el sueldo de los funcionarios y laborales debe estar ligado a la productividad, el del gobierno regional también. Así si durante su mandato se han generado 500.000 parados no solo hay que bajarle el sueldo, hay que echarlo.