El mejor Barça de la temporada se coloca líder provisional tras derrotar a un magnífico Villarreal
El Barça se coloca líder provisional, a la espera de lo que haga el Madrid en Gijón, tras derrotar 3-1 al Villarreal en un partido de lujo. El equipo castellonense, con una propuesta ambiciosa y decidida, tuvo contra las cuerdas al equipo azulgrana en algunas fases del partido, obligó al Barça a echar mano de su mejor fútbol para llevarse los tres puntos. Hubo intensidad, polémica y golazos, como el 2-1 de Messi, que rompió la igualdad. El argentino andaba desquiciado en un encuentro loco, pero despertó para ser decisivo.
De entrada, Pep Guardiola no echó mano del filial y buscó la solución a la doble baja de Piqué (sancionado) y Gabi Milito (lesionado) en la primera plantilla. Apostó por la velocidad de Abidal, lateral zurdo que ya ha jugado en otras ocasiones en la selección, especialmente en la selección francesa sin demasiado éxito. Rápido para las coberturas, pero sin precisión para sacar el balón jugado desde atrás como es obligatorio en el Barça. El Villarreal arrancó el partido siendo consciente de esa carencia en el rival, presionando muy arriba, con orden táctico y contundencia. Juan Carlos Garrido cumplió con su palabra: salió a ganar recurriendo a sus hombres de mayor calidad.
Era un planteamiento muy similar al que siempre utiliza Pep Guardiola, cuyos jugadores también presionaron casi en el área rival. El Barça supo sobreponerse a las dificultades que tenían Xavi e Iniesta para hacer circular el balón de la mano de un Sergio Busquets impresionante y con un fútbol más vertical de lo habitual. Fue un partido abierto desde el primero segundo. Iniesta, rompiendo el fuera de juego, tuvo la primera ocasión, pero controló mal. Y Diego López, en el 13, desvió con reflejos de felino un cabezazo a bocajarro de Messi. Abidal, atento, rechazó un disparo de Cazorla que ya entraba. Y Rossi se durmió en un pase de la muerte que también interceptó Abidal.
El balón rondaba las dos áreas cuando Villa robó un balón en la presión a Ángel, Xavi e Iniesta conectaron para que el de Fuentealbilla devolviera el esférico, que completó una obra de arte: picó la pelota sobre la entrada de Marchena y batió a Diego por bajo en el minuto 21. Con el 1-0 llegaron los minutos de la polémica. En el 25 el colegiado vasco Delgado Ferreiro, llevado al error por su juez de línea, pitó fuera de juego en una escapada de Messi que Pedro iba a convertir en gol. Fue un grave error, pues el argentino estaba en posición correcta por más de un metro. Con el Camp Nou encendido por la decisión, se pasó en segundos del 2-0 al 1-1 porque Nilmar se inventó una acción personal de crack para superar a Puyol y a Valdés.
Los pañuelos blancos poblaron la grada, Guardiola discutió con el asistente y con Garrido y los nervios se trasladaron al césped, donde el Barça sufrió hasta el descanso con las embestidas del Villarreal que no se tradujeron en gol porque Valdés paró un lanzamiento de falta de Rossi. El descanso le sirvió al Barça para serenarse y en la segunda parte dio un paso más en la presión. Jugadores como Villa y Maxwell se sacrificaron hasta el agotamiento y el Villarreal pasó sus dificultades más serias. Y la mejoría azulgrana tuvo premio en el minuto 60.
El equipo amarillo pecó de inocente al perder de vista el balón tras una falta cometida sobre Iniesta cerca del área. Xavi pilló a todos despistados al sacar rápido sobre Messi, quien, tras una doble pared con Pedro, marcó con la derecha con una vaselina magistral sobre Diego. El Villarreal quedó tocado con el 2.1, aunque tuvo sus opciones. Maxwell derribó a Borja al borde del área cuando ya se iba solo hacia Valdés y sólo vio la amarilla cuando podría haber sido roja. La falta murió en la barrera. En los últimos minutos mandó el Barça, con Iniesta y Xavi más liberados. Y sentenció con un gol de oportunismo de Messi, quizás en fuera de juego, tras un remate de Pedro que tropezó en un defensa. Su gol 51 en el año 2010.