Irán probará un sistema antiaéreo similar a las baterías S-300
Irán anunció que probará “en breve” un sistema defensivo antiaéreo de fabricación nacional similar a las baterías S-300 compradas a Rusia y que Moscú se ha negado a entregar en aplicación de las sanciones internacionales que pesan desde junio sobre Teherán. Así lo reveló el general de Brigada Mohamad Hasan Mansourian, adscrito a la Guardia Revolucionaria.
“Nuestro plan era dotarnos de baterías S-300 rusas para cubrir nuestras necesidades defensivas, pero debido a la presión de Israel y Estados Unidos, (los rusos) se negaron a entregarnos el pedido con la excusa de las sanciones”, explicó.
“Se van a hacer pruebas de fuego con un sistema similar de fabricación nacional, al que se le han introducido algunas modificaciones de campo, al tiempo que otros sistemas de largo alcance están siendo desarrollados”, agregó.
Mansourian anunció, asimismo, que las Fuerzas Aéreas se equiparán en breve con nuevos misiles de medio alcance clase Shahin y Mershad, este último publicitado por los iraníes como sustituto de los conocidos “Hawk” estadounidenses.
El presidente ruso, Dmitri Medvédev, prohibió el pasado 22 de septiembre por decreto el suministro a Irán de armamento pesado, en cumplimiento de la resolución 1929 del Consejo de Seguridad de la ONU.
Teherán ha criticado con dureza la decisión de Moscú, al asegurar que el citado sistema no está incluido en esa resolución, y ha advertido en varias ocasiones a Rusia de que emprenderá acciones legales si no cumple su compromiso.
Rusia e Irán firmaron en 2007 un contrato de suministro de cinco S-300 por unos 800 millones de dólares, pero el Kremlin congeló la operación por motivos políticos, en medio de la nueva etapa de relaciones con EEUU.
Las citadas baterías son consideradas mucho más potentes que los sistemas antiaéreos Tor M-1, que tanto Venezuela como Irán compraron hace unos años.
El régimen de Teherán negó el pasado octubre que trate de adquirir este sistema, que podría ser clave en la defensa de sus controvertidas instalaciones nucleares, a través de terceros países aliados, como Venezuela y China.