Un juez de Arabia Saudita, acusado de aceptar 100 millones de riales (casi 27 millones de dólares) como soborno, asegura que cometió el crimen influenciado por un espíritu maligno.

Un testigo de la defensa hizo una declaración señalando que había realizado una sesión de exorcismo con el acusado. Según el exorcista, era un genio el que le obligaba al juez a dejarse sobornar, así como a comprar terrenos y bienes inmuebles ilegalmente.

Las declaraciones del testigo provocaron discusiones entre los juristas sauditas. Así, por ejemplo, Muhammad Al Asiib asegura que la intervención de espíritus malignos no puede ser apreciada como un argumento legal. “La ley islámica reconoce sólo las pruebas materiales. Y este juez [el acusado] y sus testigos hablan de la influencia de un supuesto genio. ¿Qué pruebas pueden presentar?”, se pregunta.

Por el contrario, hay abogados que opinan que es real la intervención y la influencia de los espíritus malignos en la conducta de los que cometen algún delito. Por ejemplo, el jurista Badr Al Basiis apoya este punto de vista y señala que esos hechos son muy difíciles de comprobar.

Este caso no tiene precedentes en la práctica jurídica de Arabia Saudita y por ello provocó multitud de discusiones.