Del liderato a la tercera plaza del grupo. De acariciar el pase a los dieciseisavos de final a complicarse su continuidad en la Liga Europa tras su primera derrota sufrida en Grecia y la victoria del Dinamo de Zagreb en campo del Brujas. El Villarreal cayó en la ‘Tumba’ de Salónica y su futuro continental pasa ahora por la visita de los croatas al Madrigal y un último desplazamiento a Bélgica. El que era un líder sólido en su grupo y claro favorito para acceder a la siguiente ronda está ahora contra las cuerdas. Ya sin margen de error, después de dos partidos perdidos, cuando se contaba con que el tercer clasificado de la Liga sacaría al menos un punto de tierras helenas. No fue posible, porque el Villarreal reaccionó demasiado tarde y lo pagó, sin merecerlo, con un gol a balón parado a falta de 20 minutos. En una de las pocas ocasiones de las que dispuso en todo el partido el limitado Paok, que aguantó el empuje de un ‘submarino’ sin autoridad y demasiado conformista en la primera mitad.

Sin Cazorla ni Rossi, que no saltaron al campo hasta la segunda parte, el Villarreal estuvo muy lento en el primer tiempo y fue incapaz de plasmar su superioridad. No pasó apenas apuros atrás, porque entonces controló muy bien en defensa a un Paok que cayó en continuos fueras de juego, pero no pudo dominar ni crear claras oportunidades. También acusó el ‘submarino’ la baja del lesionado Senna. Con Borja Valero tirado a la izquierda el Villarreal no consiguió elaborar ni tener profundidad. Las llegadas fueron contadas en ese primer tiempo que se cerró con un justo empate sin goles, en el que el Paok quiso contragolpear pero no pudo y el Villarreal prefirió dejarlo para la segunda parte. Al menos, el ambiente del estadio Toumbas no consiguió intimidar en ese período al Villarreal en un choque que se fue calentando, en el césped, y en la grada, desde donde llegó a lanzarse un petardo que explotó muy cerca de uno de los jueces de línea.

Precisamente, cuando Garrido decidió ser más valiente y dar entrada a su goleador italiano y a Cazorla en busca de la victoria, fue cuando el Villarreal encajó un doloroso gol. Excesivo para los méritos del Paok. Había inclinado el equipo castellonense el campo y logrado hacerse por fin con el balón para encerrar en su área a los griegos, pero insistió en entrar por el centro y desaprovechó los minutos.

El Paok, que soñaba con una contra milagrosa ya sin el retirado Salpingidis, no sólo resistió el acoso del Villarreal, sino que fulminó a los visitantes con un córner sin apenas cruzar el medio campo en el segundo tiempo. En el gol de Vieirnha también quedó retratado Diego López, que hasta ese momento se había mostrado sólido. Sin embargo, en el momento de la verdad, falló. Al igual que todo el Villarreal, que cuando se vio obligado a forzar no tuvo paciencia y no encontró salidas. Aunque Capdevila estuviese a punto del empate en el minuto 93 con un disparo que rozó al cruceta.