El acoso a los profesores se pasa a Internet
Agredir a un docente ya no sale tan barato. Después de unos años en los que los casos de violencia contra los profesores en las aulas saltaron a las portadas de los periódicos, los datos apuntan a que la conflictividad en los centros escolares ha amainado. Sin embargo, el acoso escolar o ‘bullying’ hacia los profesores se ha trasladado ahora a la Internet y las nuevas tecnologías. Los vídeos de móvil, las redes sociales o portales como Youtube son las nuevas herramientas de algunos alumnos para arremeter contra sus maestros. En algunos casos, las agresiones no pasan de motes. En otros, pueden dañar la imagen o la intimidad de estos profesionales.
Por eso, desde la Delegación de Educación han puesto las cartas sobre la mesa en este asunto y se está vigilando de cerca el uso que los estudiantes hacen de Internet. «Las nuevas tecnologías ofrecen grandes posibilidades educativas, pero no están exentas de riesgos», reconoce Antonio Escámez, delegado de Educación. Escámez apunta hacia la sensación de impunidad que otorga el anonimato en la Red para explicar estas actuaciones de los menores. «Hay que enseñar a los menores que lo que se hace en Internet tiene las mismas consecuencias que lo que se hace en la vida real», indica, mientras que defiende el papel educativo para paliar este tipo de conductas.
Desde los servicios jurídicos de la Federación de Enseñanza de CC OO, María Dolores López Gómez denuncia el aumento de los casos de acoso a través de las nuevas tecnologías. «Se trata de canales muy poderosos para menospreciar y menoscabar la imagen del docente», indica. Por eso, desde CC OO han elaborado una guía para explicar al profesorado qué hacer en el caso de ser víctima de estos actos que para muchos alumnos no son más que bromas pero que el maestro vive como una verdadera pesadilla.
Pero, al margen de las nuevas tecnologías, ¿ha descendido realmente el número de agresiones en las aulas? Para López Gómez sí existe tal retroceso debido precisamente al endurecimiento de las condenas hacia estos actos. «Las últimas sentencias por la vía penal han tenido un efecto disuasorio», afirma. El profesor ya no está desprotegido, sino que se ve como una figura de autoridad pública en el ejercicio de su trabajo. Por eso, se juzgan las agresiones como delitos, y no como faltas, con lo que las condenas son mayores. «Creemos que los casos de agresiones a profesores que llegan a los tribunales están descendiendo precisamente gracias a la actuación del Ministerio Fiscal, que ha sentado precedentes», indica.
Por la vía judicial
En el servicio de ayuda telefónica al profesorado de CC OO ‘Te Escucha’, 902104638 durante el curso escolar 2009/2010 se atendieron cinco casos en Málaga de agresiones al profesorado que llegaron a los tribunales. De ellos, uno fue por ataques físicos por parte de un alumno; otro, por ataque físico de un familiar del escolar; dos, por insultos, injurias o trato vejatorio de los estudiantes; y uno, por daños materiales a bienes del maestro. Mientras, en lo que llevamos de curso, el número de agresiones se limitan a dos, una por insultos e injurias de alumnos y otra por acoso por parte de los familiares.
Desde la Delegación de Educación también hacen la misma lectura. «En las aulas no hay violencia, hablaría más bien de dificultades de convivencia que se están corrigiendo; en cuanto a las agresiones, están disminuyendo y son muy puntuales», señala Antonio Escámez. El delegado destacó en este sentido la labor de prevención que se realiza desde el programa ‘Escuela, espacio de paz’.
Sin embargo, fuentes del sindicato de profesores de Secundaria Apia, señalan que este descenso no es real y que la disminución de los que llegan a los tribunales se produce por las «presiones» que reciben los profesores para no denunciar. «Hay una política en los centros de silenciar estos casos», dice Gonzalo Guijarro, de la organización sindical.