El malagueño que puso a la venta un riñón retira el anuncio de Internet
Todavía no ha decidido qué hacer. No sabe si aceptar la oferta de compra u olvidarse definitivamente de esta historia y pasar página. El malagueño que puso a la venta uno de sus riñones en Internet sigue sumido en un mar de dudas. Hasta ahora, lo único que tiene claro es que no quiere que su anuncio esté en la Red y ayer mismo borró el mensaje de la página web. Aunque en los buscadores sigue apareciendo el enlace, cuando se pincha sobre él ya no aparece y una persona del entorno de J. L. D. confirmó a este periódico que al mediodía se dirigió al domicilio de un conocido desde el que se colgó el mensaje para que lo borrara. Según sus palabras, la presión mediática, la angustia ante las ofertas económicas que ha recibido y el miedo a las consecuencias legales de su acción le han llevado a dar este paso.
Desde que se hizo pública la historia de este soldador en paro, ha recibido tres llamadas de interesados en adquirir el riñón, ofreciéndole cantidades que van desde los 80.000 a los 100.000 euros. Ayer volvió a hablar con la persona que, hasta el momento, es el mejor postor, pero no supo qué decirle, así que han quedado en hablar a principios de la próxima semana, según señalaron las fuentes.
Repercusión
Después de que el jueves fuera «un día de locos», en palabras del protagonista de la historia, ayer continuó recibiendo llamadas de cadenas de radio y televisión interesadas en hablar con él. Por la mañana tenía más de 80 llamadas perdidas y decenas de mensajes. Y es que, como él mismo dice, este asunto le ha venido «demasiado grande».
El hecho de que el caso haya sido puesto en manos de la Brigada de Delitos Telemáticos de la Guardia Civil tras el aviso de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) es uno de los motivos que ha llevado a este malagueño a retirar el anuncio, por miedo a las consecuencias que pueda tener. En la actualidad, el anuncio de venta de un órgano humano está prohibido, pero no penado por ley. Antes de que finalice el año, sin embargo, con la entrada en vigor del nuevo Código Penal, hechos como éste podrán ser castigados con hasta doce años de prisión.
La repercusión de su historia ha sido tal que incluso en la página de anuncios en la que colgó su mensaje hay publicaciones haciendo referencia a él de manera jocosa. En una de ellas, bajo el epígrafe ‘Vendo mi integridad’, puede leerse: «En vista de que por vender el riñón, algo que es tuyo, te pueden caer 12 años de cárcel y encima se gana poco, yo vendo mi integridad, me ofrezco a que me corrompan. No dejes pasar esta ganga: mi integridad a precio de saldo». Y es que, como en botica, en la Red puede encontrarse de todo.