El desgobierno podemista y separatista catalán y vasco, con el acompañamiento coreográfico de los “socialistos”, en el papel de tontos útiles, ha emprendido una nueva “cruzada”, para intentar ganar ante la opinión pública la guerra que perdieron hace ochenta años.

¡Pues anda, que no hay problemas en España, como para perder el tiempo y el dinero removiendo a los muertos de sus tumbas, y cambiándoles de lugar!

Claro que estos en realidad lo que querrían seria echar los restos al mar, a ver si así se olvidaba el recuerdo de Franco, y del gran hombre al que sus antecesores intelectuales, y hasta personales, asesinaron, don José Antonio Primo de Rivera y Sáenz de Heredia.

Pedro Sánchez, al que voy a empezar a llamar “el breve”, pues no creo que dure más de un año en el poder, que no en el gobierno, pues este hombre es incapaz de gobernar nada, está haciendo el juego a la peor izquierda, la más sectaria y guerra civilista, intentando ganar ¡la guerra a un muerto!

No se si es consciente de los varios efectos que está teniendo su actuación, o tal vez sí, y le da lo mismo, o incluso lo hace a propósito:

1) Aumentar los enfrentamientos entre españoles, incrementando el clima de crispación social que suele ser el preludio de los atentados personales, la violencia, los asesinatos, y hasta de la guerra civil.

2) Echar a toda costa a Franco del Valle de los Caídos, por su papel simbólico del régimen del 78, pues no olvidemos que la Constitución emana del sistema pactado en la transición, y consistente en no remover la mierda –de los dos bandos-, dejar volver a España a dos genocidas como Carrillo y La Pasionaria, promulgar una ley de amnistía, etc. En definitiva, mirar hacia adelante, en lugar de hacia atrás.

3) Cuestionado y aniquilado el franquismo, el paso siguiente será cargarse la monarquía borbónica, y debo decir que tampoco derramaría muchas lágrimas por ella, aunque en este momento tan problemático, más vale malo conocido que bueno por conocer.

4) Se trata de liquidar como sea la Constitución de 1978, y el estado de las autonomías, de forma que Cataluña y el País Vasco –por ahora-, puedan convertirse en nuevas y pequeñas naciones, de esas que no pintan nada en el contexto mundial, pero cuyos “líderes” pueden hacer lo que les dé la gana, amnistiando los delitos de la organización criminal de los virreyes de Cataluña, la familia Pujol, y de todos los jefecillos sediciosos de ambas regiones de España.

De esa España unida que muchos juramos defender con nuestra sangre al Jurar la Bandera Nacional en el solemne acto en el que pasamos de ser reclutas a Soldados de España.

En definitiva, se trata de cargarse a los Borbones, empezando por el restaurador de la dinastía, Franco. ¡A ver si se enteran de una vez en La Zarzuela, donde solo deben de oír voces republicanas!

Jurista y escritor.