El Gobierno indio cuenta con tres años para poner fin a los campamentos de esterilización que se llevan a cabo en todo el país, según una sentencia del Tribunal Supremo. La medida se ha adoptado debido a la alta mortalidad que se ha registrado en los últimos años. Según datos oficiales, entre 2010 y el 2013 murieron 363 mujeres mientras se les ejercía esta práctica.

El fallo también ha obligado a los responsables del programa estatal a dar respuesta a la alta mortalidad. Muchos especialistas han denunciado que estas cirugías se han realizado por personal poco cualificado y en insalubres condiciones higiénicas.

Algunos colectivos ciudadanos han denunciado durante décadas miles de casos. Estos mismos grupos advierten que los médicos y enfermeros cobran por cada operación. Al igual que los trabajadores sociales, que también reciben una recompensación económica por cada mujer que conducen al campamento. Algunas de estas mujeres denunciaron, después de ser operadas, que no fueron informadas del carácter irreversible de la cirugía, los riesgos de la intervención o de otras alternativas anticonceptivas.

India, con una población de 1.311.050.527 personas, es uno de los países más poblados del mundo y tiene una alta densidad de población, con 399 habitantes por Km2. Se ha calculado que este país contará en el 2050 con 400 millones de habitantes más.