BD.- La operación “Mare Nostrum” se puso en marcha en octubre de 2013, después de cerca de 400 personas muriesen en un naufragio cuando intentaban llegar a las costas de la isla italiana de Lampedusa. Desde entonces cerca de 100.000 inmigrantes ilegales han sido rescatados en alta mar por la Marina de Guerra italiana.

Estos invasores sin escrúpulos han demostrado en diversas ocasiones su “agradecimiento” a sus salvadores provocando disturbios en los centros de acogida en donde son alojados y protagonizando actos de violencia contra bienes y personas.

Esta vez es en Ragusa, ciudad siciliana declarada por la Unesco Patrimonio de la Humanidad desde 2002. Los ilegales alojados en el centro de esta ciudad se han quejado de la calidad de la comida, de las condiciones en que han sido acogidos y ?d?el horario de las comidas durante el ramadán (querían comer de noche). También se quejan por el retraso en la entrega de “papeles”, y ahora, para terminar, por la presencia de mosquitos en el lugar donde están temporalmente alojados.

Los protagonistas de esta protesta son 22 menores provenientes de Mali, Gambia y Nigeria. Descontentos de las condiciones de su estancia en el centro “La Forza Della Vita”, se han presentado ante el cuartel de los Carabinieri para denunciar la situación en la que viven y por el retraso en serle entregada la documentación necesaria para ir y venir sin restricciones debido a su exigido estatus de refugiados políticos. Y encima de todas estas penalidades, ahora los mosquitos.

Pero es que al parecer también padecen la presencia de garrapatas, no sabemos si italianas o importadas clandestinamente de África en sus sobacos, ingles o testículos. Escoltados por la Policía local se han presentado en el cuartel del cuerpo armado y han mostrado las señales de picaduras de mosquitos a los agentes del orden. Cierto es que esos mosquitos no limitan su presencia al centro de acogida, y de hecho, los demás habitantes de la ciudad también los padecen (a fin y al cabo estamos en verano), pero teniendo en cuenta la deuda histórica del hombre blanco para con los negros, esos mosquitos son más de lo que se puede tolerar.

Las autoridades han prometido la aceleración de la entrega de los “papeles” y la desinfec?ción de las intalaciones de acogida.

Hace pocos dias , en otro episodio similar, 47 inmigrantes ilegales llegaron a Sadafi, entre Cagliari y Nuoro. Se atrincheraron en el autobús porque no les gustaba su destino final: el Hotel Janas Village de 3 estrellas. Muy poco para ellos. En su protesta volcaron contenedores de basura y provocaron algunos fuegos. En otro incidente parecido, en el Hotel 3 estrellas Bellevue Cosio, en Valletina, otro grupo de ilegales protestó por el menú. Al parecer el espageti al pomodoro no les parecío suficiente para su exquisito paladar. Tal vez hubieran preferido lagarto chamuscado a la hoguera de bosta de camello.
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