GT.- Tres de cada cuatro familias que quisieron adoptar niños en Rumanía en 2012 rechazaron a los niños gitanos. Así al menos lo indica la Oficina Nacional de Adopciones. “Los rumanos son racistas”, dijo un sacerdote que tiene adoptados a dos niños gitanos.

La mayoría de las familias que quieren adoptar niños expresan a la asistente social que no quieren conocer a niños gitanos, según una profesora de Brasov, que tiene dos hijos biológicos y que dejó su trabajo para convertirse en asistente social tras adoptar a una chica de este grupo étnico.

De las 100 familias que recibieron asesoramiento en el tema de la adopción, solo 7 de ellas han querido adoptar a niños gitanos.

Las familias rumanas que no tengan en cuenta la etnicidad cuando adopta a un niño, son extremadamente raros. “Todo el mundo lo sabe. Los rumanos no quieren adoptar niños gitanos, tienen muchos prejuicios”, dijo la secretaria de la Oficina Estatal de Adopciones, Bogdan Panait.

En septiembre del año pasado, 900 familias recibieron certificados de familia adoptiva, 777 de las familias expresaron por escrito que no deseaban adoptar a niños gitanos. Las estadísticas muestran que los rumanos prefieren esperar años antes que adoptar a un menor gitano.

La psicóloga de la Oficina de Adopciones de Rumanía, Cristina Neacsu, dice que “los rumanos son reacios a adoptar niños gitanos debido a las deficiencias en la educación. Todos vienen con ideas preconcebidas. Nosotros les explicamos que no hay un gen de la delincuencia o de la agresividad. Otros tienen miedo de que el niño en cuestión sufra discriminación.”

En 2012, de las 1.222 familias que obtuvieron el permiso para adoptar, 875 dijeron por escrito que quieren conocer únicamente a “niños rumanos, cualquier otra etnia queda excluida”.