Este artículo no será del gusto de todos, no es un artículo hecho para que guste, es un artículo que debe marcar un camino. Un camino con el compromiso identitario. Este artículo puede empezar pareciendo pesimista, pero también debe servir de reflexión a todos aquellos que realmente quieran adoptar una vida unilateral a la causa identitaria, un compromiso que debe estar por encima de todo; el compromiso con la defensa de Europa.

Por fin tenemos en nuestras manos un proyecto sólido, que va creciendo, que va adaptándose y que por encima de todo, cada vez de forma más notoria, se va creando en base a una conducta ética y revolucionaria acorde con la defensa de los principios europeos. PxC no es un partido y nosotros no somos políticos, como dijo un querido amigo de PxC, somos un ejército (en su expresión más poética) que vela por la identidad de nuestra cultura y nuestra etnia. Somos personas que por encima de todo, desean ser parte de este nuevo camino que deberá asegurar la existencia de nuestra comunidad, tanto de forma material como de forma espiritual, más allá de los intereses económicos que mueven a la mayoría de los políticos.

Algunos ven en la política un beneficio político, algunos se acercan y cuando ven la realidad, deciden alejarse. Falsos identitarios, politicastros de lo más barato, que buscan un solución a sus problemas personales; en resumen, personajes que no tienen el mínimo sentido de la lealtad y que en breve se apartan de nuestras filas, alegando que este no es su sitio y que PxC no era lo que exactamente buscaban. Por suerte son pocos los que se acercan con estas creencias, pero los hay y nuestro deber es cerrarles a toda costa la entrada a nuestras siglas, ya que estas siglas representan por encima de todo, valores acordes a nuestra tradición. Por eso, hay que decirle a toda esa gente, que Europa no se forjó con dinero, se forjó con resistencia, con valentía, y con entusiasmo. Al igual que los grandes héroes o las grandes guerras heroicas que forjaron nuestra tradición. No queremos los placeres materiales, queremos ser parte de la supervivencia de nuestro pueblo.

En España siempre ha pasado esto. Pequeños grupúsculos han intentado capitanear esta lucha, faltos de capacidad de movilización (oratoria y entrega) y de compromiso militante, que nos han traído consigo muchos años de lucha sin apenas resultado alguno.

Anglada apareció como caído del cielo, un hombre de la Catalunya interior que supo marcar un camino, y en base a ese camino creó la primera comunidad decidida a defender la identidad de nuestro pueblo. Una persona que sin saber si triunfaría o no, decidió apostar por esto y rodearse de gente válida y en menor grado de gente que se echó atrás antes de ver los resultados, por puro egoísmo personal. Hoy este proyecto tiene 67 concejales, le pese a quien le pese. Gente que ha invertido dinero para no recibir ningún logro económico, gente que sin recibir nada a cambio ha entregado su integridad física a salvajes radicales que nos han interpuesto muchas agresiones y pausas por el camino. Ellos son el ejemplo, el ejemplo de que el convencimiento ético de la salvación de nuestra gente está por encima incluso de la propia vida. Ellos son el ejemplo y gracias a Dios, este es el panorama de todos y cada uno de los militantes de PxC.

Quizás este artículo sea un desahogo personal después de haber vivido varias etapas políticas en mi vida y por fin haber encontrado gente y personas, que por encima de todo tienen el objetivo de salvar lo que queda de Europa; una Europa que sin nosotros no tendrá ninguna otra brecha de resistencia.

La lucha identitaria debe ser todo esto; el compromiso, la ilusión y la defensa de Catalunya, España y Europa por encima de todo. Nunca pidiendo nada, sin esperar algo a cambio, simplemente con la eterna convicción de que nuestra vida es parte de Europa y que nuestro ascenso se deberá al mérito popular, y que por consecuencia nuestro único beneplácito y logro personal, el único que nos haga sentir bien, sea haber contribuido a la salvación de Europa.

Mis palabras están dedicadas a todas a esas personas que combaten día a día por nuestras ideas. También van dedicadas a todos aquellos que se quieran acercar con intenciones puramente personales; ellos deben saber que en Plataforma per Catalunya nadie se vende ni se venderá, que las falsas promesas se las lleva el viento y que nosotros estamos aquí por voluntad propia y no por conveniencias ni oportunismos de cualquier índole.