P.W.- El doble atentado de Noruega está repleto de inconsistencias y suscita cada vez más preguntas acerca de quién estuvo detrás del magnicidio. ¿Obra de un loco solitario o de una trama perfectamente organizada? Las autoridades noruegas ya han descartado otra respuesta que no sea la primera.

Un testigo ocular del suceso que se encontraba a 200 metros de la explosión llamó al programa televisivo de Alex Jones para informar que, un día antes del ataque, la policía rastreó la zona en busca de artefactos. ¿Qué pista indujo a la policía noruega a tomar esas precauciones tan insólitas en un país que presumía de una seguridad ejemplar? Aunque la televisión noruega dio la noticia, pocos se han interesado por recabar más detalles.

Un noruego experto en explosivos contactó con Infowars y dijo haber analizado el escenario del atentado y su conclusión es clara: “Debido al patrón de los daños y escombros, la explosión fue claramente subterránea”. Este dato contradiría la versión oficial de que la explosión fue causada por un coche bomba.También se ha sabido que los accesos a la zona gubernativa fueron cerrados al tráfico días antes del atentado con la excusa de unas obras en el alcantarillado subterráneo.

El viernes era jornada festiva en Noruega, por lo que el edificio atacado se hallaba prácticamente vacío. De haberse tratado de una jornada laboral, los siete muertos se habrían multiplicado por diez, se apunta desde fuentes policiales.

The Daily Mail también se preguntó al respecto: “Afortunadamente era un festivo público en Noruega y apenas habían autoridades en el lugar de la tragedia. ¿Por qué ‘terroristas’ que presumiblemente queríoan infringir el mayor daño posible eligieron atacar una instalación del Gobierno un día en que no había prácticamente nadie trabajando en ella?”.

Los informes oficiales señalan que el autor del tiroteo masivo en el campamento juvenil a las afueras de Oslo fue Anders Behring Breivik, un varón noruego con “ideas islamófobas”. El Gobierno noruego se aferra a esta única vía y descarta abrir otras. El mismo día de los atentados, Reuters especuló con la posibilidad de que Breivik actuase en combinación con islamistas, lo que bautizó como “operación híbrida”.

Otro dato que pocos parecen tener interés en conocer. Apunta Kurt Nimmo, experto en la CIA, que el mulá Krekar, líder del grupo salafista Ansar al-Islam, sobre el que recayeron las primeras sospechas, tuvo tratos con el servicio de inteligencia norteamericano. Incluso apunta que en 2005 fue invitado a trabajar para la CIA. Los miembros de su organización son en su mayoría veteranos de la guerra contra los soviéticos en Afganistán, y recibieron instrucción militar y armanentos tanto de la CIA como del ISI, el servicio de espionaje de Pakistán.

¿Fueron los atentados un duro castigo a Noruega por su intromisión en la agenda globalista? Noruega no es miembro de la Unión Europea y ha mantenido algunas posiciones críticas que enervaron los ánimos de muchos representantes de la élite global. La decisión noruega de abandonar la campaña de la OTAN contra Libia el próximo 1 de agosto o su decisión de congelar un pago a Grecia de 42 millones de dólares a Grecia, lo que apuntalaría la crisis por la gigantesca deuda que soporta el país helénico, son argumentos que, a decir de los expertos, provocaron un choque entre Noruega y el establishment anglo-americano.