Todo lo que tienes que saber sobre el factoring
Durante los años 80 y 90, el Factoring en España comenzó a ganar popularidad debido a que las empresas buscaban alternativas a los métodos tradicionales de financiación. Aquellos negocios que tenían mayores dificultades para acceder a un crédito, decidieron emplear esta herramienta como una forma rápida para obtener liquidez. Durante la crisis económica de 2008, esta opción cobró un protagonismo mayor y experimentó un crecimiento significativo.
Hoy en día, esta alternativa financiera sigue siendo clave para bastantes empresas. Según los datos que recoge la Asociación Española de Factoring, el volumen de operaciones mantiene una tendencia positiva, con un crecimiento del 10 % anual en los últimos años, lo que demuestra la importancia de este servicio, sobre todo a través de internet. Veamos en qué consiste y cuáles son las ventajas de cobrar las facturas por adelantado.
¿En qué consiste el factoring y cómo beneficia a las empresas?
Actualmente, existen varias vías para que una empresa obtenga dinero de forma rápida y sencilla. Básicamente, consiste en cobrar por adelantado las facturas que aún no han sido abonadas. Esto permite obtener liquidez inmediata sin tener que esperar a que un cliente realice el pago. Se trata de una opción flexible, ya que se adapta a las diferentes necesidades y evita la preocupación de estos pagos pendientes.
El factoring es una excelente alternativa para una empresa cuando no tiene capacidad para esperar a que un cliente pague sus facturas. También es bastante útil para aquellas pymes que enfrentan dificultades para acceder a un crédito o necesitan una inyección de capital para expandirse. Además, es un recurso financiero muy interesante ante una crisis, ya que permite obtener el dinero de inmediato sin tener que recurrir a préstamos que suponen un endeudamiento.
Cuáles son los principales requisitos para solicitar un factoring
Para solicitar un servicio de factoring, las empresas deben cumplir con ciertos requisitos que garantizan la viabilidad de la operación. A continuación, se detallan cuáles son y las condiciones que deben cumplir para que la operación sea viable.
- Solidez financiera de la empresa. En primer lugar, se estudia la situación financiera de la empresa, teniendo en cuenta los estados financieros, su historial crediticio y la capacidad de pago.
- Cartera de clientes solvente. También se analiza la solvencia de los clientes de la empresa, es decir, su capacidad de pago y si su historial de pagos es positivo.
- Volumen de facturación estable. Se requiere un volumen de facturación suficiente y estable para garantizar la viabilidad del servicio.
- Tipo de actividad. El factoring suele estar más orientado a empresas comerciales que operan con clientes a crédito, es decir, ventas a plazo.
- Garantías y contrato. En algunos casos, puede requerirse una garantía personal del propietario o administrador de la empresa. Además, se tendrá que firmar un contrato con la entidad financiera con los términos y condiciones del servicio.
Por último, queda destacar que el factoring no debe confundirse con el Confirming, puesto que se trata de una variante de esta modalidad de financiación. En este caso, la empresa contrata a una entidad financiera para gestionar los pagos a sus proveedores, permitiendo el cobro antes de la fecha de vencimiento de las facturas, a cambio de un pequeño descuento.
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